El cartismo de Santiago Peña y sus aliados cayeron en su propia trampa, ya que sorpresivamente convocaron a una extraordinaria de Diputados para intentar eliminar controles de Seprelad a clubes deportivos y tabacaleras. Pero finalmente les faltó un voto y se sancionó la versión del Senado, que establece inspecciones reales por sospechas de lavado de dinero.
En pleno desarrollo de la sesión ordinaria del miércoles el diputado Justo Zacarías Irún (ANR, cartista) interrumpió para solicitar un cuarto intermedio y la convocatoria inmediata de una extraordinaria para tratar como único punto del orden del día el proyecto que establecía incluir como sujetos obligados de control ante la Secretaría Nacional de Prevención de Lavado de Dinero (Seprelad) a clubes deportivos y tabacaleras.
Los cartistas intentaron sorprender, ya que en la etapa previa de la sesión ordinaria de moción de preferencia, el diputado Édgar Acosta (PLRA) había acordado una moción de preferencia para el tratamiento de este proyecto en 8 días.
Mientras se traían los documentos y antecedentes del proyecto para su tratamiento, aparentemente se ganó tiempo clave para asegurar que los colorados oficialistas sean coherentes con el discurso de Fuerza Republicana y acompañar la versión del Senado, que sí establece controles reales sobre sospechas de lavado de dinero.
Intentaron dejar arco libre
El tratamiento el miércoles en Diputados ya era la última vuelta y los legisladores solamente tenían dos opciones: Allanarse a la versión del Senado o ratificar la versión de Diputados, que directamente buscaba eliminar la potestad de Seprelad de controlar y delegarla al Ministerio de Industria y Comercio. La versión finalmente aprobada fue la del Senado, que establece que clubes deportivos así como toda la línea de comercialización del tabaco deben reportar sospechas de operaciones de lavado de dinero a Seprelad.
Cartistas y aliados inventaron que el MIC controle reportes de lavado de dinero
Un hecho relevante es que quedó firme el artículo original que establece que serán sujetos de control “las empresas dedicadas a la producción, distribución y comercialización de tabacos, cigarrillos y similares”.
Según el diputado Antonio Buzarquis (PLRA, bancada L), la palabra distribución, que los cartistas intentaron eliminar con la versión Diputados, era clave de controlar, ya que es el actor fundamental en el presunto esquema de contrabando.
Otro punto vital que atacaba la versión de Diputados es que eliminaba las atribuciones de Seprelad de realizar los controles antilavado de dinero y se los cedía al Ministerio de Industria y Comercio (MIC), que constitucionalmente no tiene esa función asignada.
En pocas palabras, no solo buscaban inutilizar el proyecto, sino dejar la cancha libre y sin ningún control real a las operaciones ligadas al tabaco y los clubes.
Por un voto ganó el control de Seprelad
La ratificación del Senado obligaba a los diputados cartistas y sus aliados a obtener 41 votos para imponer la versión suavizaba.
Sin embargo, la votación desde un inicio fue reñida, posándose las miradas sobre todo encima de los colorados oficialistas, que fueron la clave en esta votación.
Pese a la fuga de cuatro oficialistas, se registró un empate (40-40), lo que implicó otro fracaso rotundo para el cartismo, que no logró impedir la aprobación del protocolo contra el tráfico ilícito de tabaco y ni logró lograr su cometido de despenalizar las declaraciones juradas falsas.
Cuatro oficialistas fueron “desobedientes”
Ni siquiera los votos liberales llanistas y dionisistas llaman ya la atención cuando se trata de votar a favor del cartismo, ya que son los más disciplinados. En estos casos sorprenden más la “traiciones” de parte del oficialismo colorado.
En este caso, destacan los votos a favor de la versión diputados del proyecto de control a clubes y tabacaleras de los oficialistas Éver Noguera, Édgar Espínola, Luis Urbieta y Juan Acosta.
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El propio presidenciable por Fuerza Republicana, Hugo Velázquez celebró la “vitoria” en Diputados diciendo que “esta ley constituye una herramienta fundamental en favor de la transparencia y la lucha contra el lavado de dinero”, postura que aparentemente no comparten algunos de los suyos.
Sobre todo el caso de Noguera suena más, puesto que hasta hace unas semanas despotricaba contra el cartismo, exigiendo la intervención a la gestión del suspendido Juan C. Vera (ANR, HC) al frente de la gobernación de Guairá, y recibió insultos. Los demás casos ya son reiterativos.