La operación Marangatu se ejecutó el 23 de diciembre pasado, cuando militares de la Fuerza de Tarea Conjunta (FTC), que es el brazo operativo del Comando de Operaciones de Defensa Interna (CODI), capturaron, tras un enfrentamiento a tiros, a cuatro supuestos narcotraficantes e incautaron una carga récord de marihuana prensada, que supuestamente pesó 57.850 kilos.
En cuanto a la cantidad de droga confiscada, se generaron dudas luego de que el fiscal general del Estado, Emiliano Ramón Rolón Fernández, emitiera una circular en la que recuerda que los agentes fiscales deben estar presentes en la quema de evidencias, ya que aparentemente en este caso se destruyeron sin que haya una certeza absoluta del peso de la carga.
La base narco desmantelada funcionaba en una casa situada en las coordenadas 24° 36′ 32″ S, 54° 25′ 50″W, en la colonia Marangatu, distrito de Nueva Esperanza, departamento de Canindeyú.
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La impresionante cantidad de marihuana estaba almacenada a solo cinco kilómetros de uno de los brazos del río Paraná, desde donde la mercancía era llevada en lanchas hacia la ciudad de Pato Bragado, estado de Paraná, Brasil.
Los detenidos en la operación Marangatu resultaron ser Carlos Daniel Cocco Rodríguez, de 22 años; Rubén Carlos Morel Ortiz, de 26 años; Carlos Alejandro Candia Alcaraz, de 29 años, y Ariel Ramón Ibáñez Eydans, de 21 años.
Este último, quien salió herido y continúa hospitalizado, es hijo de Eliodoro Ramón Ibáñez Zaracho, de 46 años, alias Ibañez’i, quien fue asesinado en un atentado con fusil el 8 de abril de este año en Curuguaty.
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Eliodoro era considerado el segundo al mando en la estructura del criminal más buscado del Paraguay, Felipe Santiago Acosta Riveros, de 41 años, alias Macho, quien según el Gobierno es también el dueño de las 57 toneladas de macoña confiscadas en la operación Marangatu.
Para hacerle figurar a Jalil Rachid
La operación Marangatu fue efectuada solamente por militares del CODI, quienes atacaron a los narcos en la colonia Marangatu desde un helicóptero artillado que despegó a 92 kilómetros de distancia, específicamente desde la base de la Sub Área de Pacificación 5 (SAP 5).
Esta base del CODI funciona en el antiguo campamento religioso que dirigía el ahora procesado por narcotráfico José Alberto Insfrán Galeano, alias Pastor Insfrán, en la colonia Brítez Cue, distrito de Yby Pytá, siempre en el departamento de Canindeyú.
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Tras la exitosa ofensiva, el propio presidente de la República, el economista Santiago Peña Palacios, visitó al día siguiente el teatro de operaciones, es decir, el 24 de diciembre, y se llevó consigo al ministro de Defensa, Óscar Luis González Cañete, y al comandante de las Fuerzas Militares, general de Ejército César Augusto Moreno Landaira; pero inesperadamente también al ministro de la Secretaría Nacional Antidrogas (Senad), Jalil Amir Rachid Segovia.
Es más, Santiago Peña se empecinó en hacer hablar ante los medios de comunicación al ministro Rachid, presentándolo incluso como uno de los artífices de la megaincautación, cuando en realidad fue un trabajo solo de los militares.
Esta maniobra del presidente, claramente, fue con intenciones de reposicionar a Rachid luego del papelón internacional en el que le hizo incurrir al Paraguay al echar de la Senad a la agencia antidrogas DEA de Estados Unidos y luego recular y pedir que los norteamericanos sigan operando en nuestro país.
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Aunque su intención era ayudar a su ministro de Senad, Santiago Peña provocó con ese gesto la molestia de sus tropas militares, que fueron los que realmente se arriesgaron para sacar de circulación semejante cantidad de marihuana prensada.
En Arroyito
Luego de que aparentemente recibiera la queja de los militares del CODI, el presidente se vio obligado a visitarlos en la mañana de este viernes en su cuartel general de la ciudad de Arroyito, departamento de Concepción.
El Mandatario estuvo acompañado, otra vez, por el ministro de Defensa y el ministro de Senad, aunque este último ya casi no tuvo protagonismo en el cuartel militar.
En su discurso en Arroyito, Santiago Peña dijo que en Paraguay “nunca va a haber paz, nunca va a haber progreso si primero no hay seguridad, si primero no defendemos a nuestra patria”.
Instó a los militares a seguir luchando contra el crimen organizado y les agradeció por la exitosa misión en la operación Marangatu.