No es ningún secreto que la delincuencia lleva años reinando en el microcentro de Asunción, pero últimamente la situación se agravó a tal punto de que los “chespis” hurtan a plena luz del día y ante la vista de los ciudadanos que, por temor, optan por no intervenir.
Ciudadanos nos hicieron llegar videos que captaron desde sus vehículos en los que pudieron captar el momento en el que chespis sustraían partes de vehículos, e incluso intentaban abrir puertas de los mismos con la intención de hurtar más objetos.
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En el caso específico de la denuncia, el ciudadano, que prefirió la reserva de su identidad, nos contó que el hecho ocurrió en el estacionamiento sobre la calle Río Ypané, bajando de la biblioteca del Congreso Nacional.
El denunciante logró captar varios momentos en los que el delincuente hurtaba, utilizando una herramienta con la que sacaba partes de los vehículos e intentaba abrirlos.
El video fue grabado por el ciudadano aproximadamente a las 10:00 de este viernes. Según contó, cuando vio que la zona se estaba poblando con mayor cantidad de personas, el delincuente se retiró con dirección al parque de diversiones.
El denunciante reconoció que por temor, y porque no había otra persona cerca, y menos aún efectivos de la Policía Nacional, no se atrevió a bajarse de su vehículo e impedir el hurto del delincuente.
Contó que para extraer las partes de los vehículos el delincuente utilizaba una herramienta contundente similar a un cuchillo, que le pareció que podía utilizar para atacarlo.
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Más zonas peligrosas
Existen otras zonas del microcentro de Asunción donde la inseguridad, la desidia y el abandono por parte de las autoridades se evidencian de manera alarmante. Los robos a vehículos ocurren incluso en las inmediaciones de la sede de la vicepresidencia de la República y el Palacio de Gobierno, lo que resulta un contrasentido, teniendo en cuenta que en ese sector hay presencia policial. La situación refleja un grave problema de descontrol y falta de respuesta por parte de las fuerzas de seguridad.
En las calles del microcentro, los llamados “chespis” se adueñan de edificios abandonados, utilizándolos como aguantaderos. Estos ladrones operan con total impunidad, ya que los vehículos estacionados en lugares estratégicos y visibles, como la calle Benjamín Constant, son víctimas constantes de robos.
Autoridades hacen como si nada pasara
Los ladrones se llevan lo que pueden con rapidez, enfocándose en partes más pequeñas y fáciles de extraer, como espejos retrovisores, limpiaparabrisas y otros elementos de los vehículos.
El abandono de la zona por parte de las autoridades agravan aún más la situación, dejando a los ciudadanos en una sensación de vulnerabilidad y desamparo. Mientras las autoridades parecen mirar para otro lado, los robos continúan con normalidad, afectando la tranquilidad de quienes transitan y residen en el microcentro asunceno.