Luis Montanaro pasó su cumpleaños en Tacumbú mientras enfrenta múltiples cargos

Luis Montanaro Bedoya cumplió hoy sus 41 años en la Penitenciaría de Tacumbú, donde está siendo detenido preventivamente. Este hombre está enfrentando causas tras ser acusado de amenazas a la fiscal Ruth Benítez con ramos de flores y un mensaje y de difundir imágenes sin consentimiento, en el marco del caso “Duck Sex Game”.

Luis Augusto Montanaro, detenido
audima

Luis Augusto Montanaro Bedoya celebró hoy su cumpleaños número 41 en la Penitenciaría de Tacumbú, donde permanecerá mientras avanzan los dos procesos penales que enfrenta. El empresario fue trasladado a esta prisión luego de que la jueza Clara Ruiz Díaz ordenara su prisión preventiva por el cargo de coacción, al ser identificado como presunto responsable del envío de un ramo de flores y una nota amenazante a la fiscal de Delitos Informáticos, Ruth Benítez.

Montanaro también enfrenta otro caso por “lesión del derecho de la comunicación y la imagen”. Este cargo se relaciona con el caso conocido como “Duck Sex Game”, en el cual Montanaro fue acusado de grabar y difundir imágenes íntimas de una pareja ocasional sin su consentimiento.

La detención inicial de Montanaro por esta causa se remonta al 18 de julio, cuando la fiscal Benítez lo imputó por difundir contenido sexual grabado sin permiso de la otra persona involucrada. Si bien inicialmente se decretó su prisión preventiva, Montanaro fue liberado con medidas cautelares, incluyendo arresto domiciliario y luego libertad ambulatoria.

Habría amenazado a una fiscal

El caso dio un giro el pasado 7 de noviembre, cuando Montanaro fue acusado de haber amenazado a la misma fiscal que lo había imputado. Según la investigación, Montanaro envió un ramo de flores y una nota con referencias al grupo internacional de hackers “Anonymous”.

La carta contenía un mensaje intimidante en el que advertía a la fiscal sobre las consecuencias de llevar adelante la investigación si no lo hacía “con absoluto respeto por la verdad y la justicia”, insinuando que sus acciones anteriores habrían estado “influenciadas por fuerzas externas”.

La nota cerraba con una amenaza y sugería que cualquier intento de hacer pública esta comunicación sería considerado como “acto hostil”.

Ante este incidente, el fiscal Federico Delfino imputó a Montanaro por el delito de coacción y solicitó su prisión preventiva. Posteriormente, Montanaro se entregó voluntariamente a las autoridades poco después de ser acusado y desde esta mañana ya se encuentra en Tacumbú cumpliendo la orden judicial.

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