A una década del asesinato del periodista Pablo Medina

La maldita narcopolítica asesinó hace exactamente una década en Villa Ygatimí al periodista de ABC Color Pablo Medina Velázquez, en un atentado cobarde en el que también murió una joven que lo acompañaba, Antonia Maribel Almada Chamorro. El mandante sigue preso en Tacumbú.

Tapa de ABC Color del 17 de octubre de 2014, hace exactamente 10 años, sobre el asesinato del periodista Pablo Medina Velázquez.
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Jueves 16 de octubre de 2014, a las 14:33, en las coordenadas 24° 04′ 21.7″ S, 55° 42′ 53.8″ W, en el distrito de Villa Ygatimí, departamento de Canindeyú.

En ese lugar, hoy hace exactamente 10 años, fueron emboscados y asesinados el corresponsal del diario ABC Color en dicha región, Pablo Medina Velázquez, en ese entonces de 57 años de edad, y su acompañante Antonia Maribel Almada Chamorro, de 19 años.

La única sobreviviente fue la hermana de Antonia, Juana Ruth Almada Chamorro, quien tenía 30 años.

Esta última sería fundamental para la identificación de los dos autores materiales del crimen, Flavio Acosta Riveros, en ese momento de 29 años, y su tío Wilson Acosta Marques, de 43 años.

La ubicación de los celulares de ambos confirmó su participación en el doble homicidio y llevó a la Policía y la Fiscalía a identificar al mandante del hecho, quien resultó ser el hermano menor de Wilson y en aquel entonces intendente de Ypejhú, Vilmar Acosta Marques, quien tenía 39 años y militaba en la Asociación Nacional Republicana (ANR).

El político colorado Vilmar Acosta Marques, conocido en la zona como Neneco, monitoreó el plan a través del celular de su secretario, Arnaldo Javier Cabrera López, de 37 años, quien lo acompañó antes, durante y después del crimen.

“¿Ndéiko la Pablo Medina?”, le preguntó Wilson al periodista de ABC cuando lo pararon en medio del camino.

“¡Sí! Che ha’e”, contestó el corresponsal justo antes de acusar disparos de escopeta efectuados por Wilson y de pistola efectuados por Flavio.

Lo primero que hicieron los asesinos tras acabar con el periodista de ABC, y de manera colateral con la acompañante de este, fue llamar a avisar que habían completado la misión.

“¡Beleza pura!”, exclamó el intendente Neneco cuando recibió en Ypejhú, en el celular de su secretario Arnaldo, el llamado desde Villa Ygatimí, de parte de su hermano Wilson.

Pablo murió por las publicaciones que hacía contra el Clan Acosta, comandado justamente por el intendente Neneco.

El citado grupo familiar se dedicaba al narcotráfico y era responsable de numerosos homicidios. Todo quedó comprobado tras la muerte de Pablo.

Vilmar, el autor moral, fue detenido en 2015 en Brasil, extraditado a Paraguay y cumple en Tacumbú una condena total de 39 años.

Flavio, uno de los tiradores, cayó en 2016 en Brasil y como tiene nacionalidad brasileña cumple en ese país una condena de 36 años.

Wilson, el otro sicario, fue apresado en 2020 en Brasil y hasta ahora sigue detenido en ese país, en espera de que se le haga juicio, ya que también alega ser brasileño.

Arnaldo, el secretario de Neneco, cayó en 2014 en Ypejhú y cumplió una condena de 5 años en la Agrupación Especializada de Asunción por no avisar lo que pasó.

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