En conversación con medios de comunicación este lunes, el fiscal Eduardo Román comentó que la autopsia practicada a una mujer de 41 años y su hija de 14, víctimas en un presunto hecho de feminicidio y filicidio, determinó las heridas fatales,y dijo que ya comenzó la convocatoria a testigos para esclarecer por completo el hecho.
Un guardia de seguridad identificado como Celestino Barrios Espínola (57) fue imputado bajo sospecha de haber perpetrado el asesinato de su expareja Wilma Vera Duarte (41) y su hija (14), el pasado sábado en la vivienda en la que residían en Itá.
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Según relató el fiscal, ambas víctimas recibieron numerosas heridas de arma blanca, pero solo una lesión en cada una de ellas fue fatal: una puñalada en la menor que afectó el corazón y otra en la madre que alcanzó el hígado.
Llaman a testigos
La Fiscalía aún trabaja en establecer los hechos exactos que ocurrieron la noche del sábado, pero el fiscal señaló que la hipótesis es que el sospechoso atacó a la menor, quien intentó defender a su madre, y luego persiguió a la mujer, quien ya herida abandonó la vivienda con sus otros dos hijos, quienes lograron escapar.
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El agente del Ministerio Público indicó que se está trabajando en la contención de los hijos de la víctima y en tomar declaraciones a otros testigos para “tratar de obtener información precisa que nos permita esclarecer los sucesos”.