El empresario Guillermo Talavera Gustale llegó a la playa de Remansito para evitar la protesta de los pobladores que están en contra de la construcción de un muro sobre el río Paraguay. Algunos vecinos discutieron con él hasta que la Policía intervino.
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Según datos, el señor Talavera llegó en una camioneta al sitio de obras para evitar que se frene la construcción de su muro, derribado el domingo pasado por la Municipalidad de Villa Hayes.
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“Él vino a hacer un quilombo. Cerró la calle para que no salgan las maquinarias de la Municipalidad. Hizo una perturbación a la paz pública”, expresó.
Lamentan que las instituciones del Estado como el Ministerio del Ambiente y la Procuraduría General de la República no salvaguardan el interés del Estado. “La playa y el río Paraguay son de interés público”, expresó.
Dentro del condominio La Serena se sigue viendo movimientos de camiones para continuar la construcción. En la semana, el fiscal contra delitos ambientales Ariel González pidió informes a la comuna de Villa Hayes sobre la construcción del muro de 100 metros.
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Por su parte, la Municipalidad de Villa Hayes promovió un amparo judicial contra el señor Guillermo Talavera, para que “bajo ningún sentido, el demandado continúe con la ilegal construcción de un muro de piedra”.
Talavera dice tener documentaciones
Pese a esta disposición, el señor Talavera Gustale ordenó la continuidad de la construcción porque dice poseer todas las documentaciones que avalan el trabajo de construcción en su propiedad y dice que no es parte del dominio del río Paraguay.
Guillermo Talavera Gustale logró comprar una isla y un brazo del río Paraguay con el respaldo del clan Núñez hace un tiempo no muy lejano. Este mismo clan le retiró su respaldo tras el conflicto con la finca 916 que involucra a Basilio “Bachi” Núñez en un intento de despojo de tierras del Ministerio de Defensa Nacional.
De acuerdo al artículo 23, de la ley N° 3239 de Recursos Hídricos del Paraguay, las márgenes bajo dominio privado adyacentes a los cauces hídricos estarán sujetas a: una zona de uso público con un ancho de cinco metros para zonas urbanas y de diez metros para zonas rurales o una zona de protección de fuentes de agua de un ancho de cien metros a ambas márgenes, en la que se condicionará el uso del suelo y las actividades que allí se realicen.