El procedimiento de captura del líder criminal Armando Javier Rotela, del clan Rotela, dentro de la Operación Veneratio, significó la recuperación del principal centro de reclusión del país: la cárcel de Tacumbú.
Según confirmó a ABC Cardinal el comisario Nimio Cardozo, uno de los organizadores del procedimiento, la captura fue compleja y tuvo momentos de tensión, debido al intento de Rotela por resistirse a su captura.
Cardozo dijo que Rotela intentó esconderse en la zona denominada Getsemaní, donde están grupos religiosos, así como utilizar a una mujer embarazada como escudo para poder negociar. “Es ahí donde el grupo táctico irrumpe y procede a la captura de Rotela”, dijo el comisario.
“Lo más importante es que no se tuvo heridos, que esa persona encinta no fue herida y tampoco Rotela. También es un mensaje que el Estado paraguayo no solamente va a reprimir, también va a hacer el respeto incondicional a los derechos humanos”, agregó Cardozo.
Operación Veneratio: la captura de Rotela
El comisario Cardozo señaló que ya el día de ayer se terminaron todas las planificaciones tácticas y hoy a partir de las 2:00 ya se estaba operando en la zona para, faltando diez minutos para las cinco, iniciar el operativo con cuatro grupos tácticos de la FOPE.
“Hacen una descarga controlada al inicio para un operación de distracción. Apenas empezó esa descarga controlada, ingresan los dos grupos tácticos altamente entrenados. Minutos después, otra detonación controlada y se ingresa por otro flanco”, explicó.
“Eso generó que se pueda utilizar ese momento de aturdimiento para poder empezar a tomar el control de la penitenciaría. Minutos después ya ingresan todos los que iban a ingresar a la zona perimetral de los muros, tomados por los Linces, que eran más de cien en cada muro”, indicó el comisario, asegurando que en ese lugar sería donde el ahora fallecido oficial David Torales fue atacado.
“Ya tomado el perímetro arriba del muro, los grupos iban avanzando portón por portón. Tacumbú tiene más de 20, ya se tenía apoyo de Antidisturbios. A esa hora, como no teníamos luz solar, no se podía hacer uso de nuestros helicópteros, que estaban con personal táctico desde el aire, con lanzagranadas de gas lacrimógeno y escopetas con balines de goma”, agregó.
Captura de Rotela no fue fácil
El comisario Cardozo señaló que el principal instrumento que utilizaron fue el aturdimiento de los internos para poder ganar terreno mediante la distracción. “Apenas se logró dominar los portones, se procedió a hacer las extracción de esas personas que estaban más cerca del portón principal”.
En cuanto a la zona donde se encontraba Rotela, aseguró que fue la parte final del procedimiento, más de tres horas después del inicio del procedimiento, cuando ya se tenía información del fallecimiento de un policía y varios heridos.
“No fue un trabajo fácil; él intentó comunicarse para negociar su entrega. Eso bajo ningún sentido se iba a dar. La orden clara era que el Estado paraguayo no iba a negociar con criminales. Por eso el grupo táctico fue avanzando para poder ubicarlo en el pabellón Getsemaní”, dijo el comisario, donde ya se produjo el procedimiento de detención, pese a su intento de resistir.
Cooperación internacional
El comisario Nimio Cardozo confirmó que varias agencias internacionales vienen colaborando con Paraguay para la capacitación del personal policial en operaciones como las que realizaron en la Operación Veneratio, en la Penitenciaría Nacional de Tacumbú.
Cardozo agregó que el propio comandante de la Policía, el comisario Carlos Benítez, así como el ministro Ángel Barchini realizaron viajes a países donde la situación del hacinamiento penitenciario es parecida a la nuestra y trajeron modelos que empezaron a ajustarse desde finales de agosto, con la decisión del Estado paraguayo de recuperar el control de la Penitenciaría de Tacumbú.
Cardozo no quiso dar detalles muy específicos, pero señaló que tanto Colombia como Estados Unidos y Brasil son países que siempre están colaborando con el Paraguay, principalmente en la capacitación del personal, para dejar doctrina en las fuerzas de la Policía, agregando que este es un procedimiento sin precedentes en Paraguay.
El comisario confesó que la operación estuvo “adormecida” durante bastante tiempo y ese tiempo fue aprovechado por este grupo criminal para acrecentar su poder, pero la orden que recibieron de las fuerzas policiales y militares fue la de recuperar el control total del penal. En total participaron del procedimiento más de 1.100 militares y 1.200 policías.