Según los datos proporcionados por la Policía Nacional, el Grupo Especial de Operaciones (GEO), con efectivos de la montada y de las comisarías de la zona, tras recibir la denuncia, siguieron el rastro de los animales hasta la zona de la compañía Santa María, del distrito de Gral. Morínigo.
Los animales fueron abandonados, alrededor de las 08:00, en las inmediaciones de un cultivo mecanizado de soja que se encuentra en la propiedad de Agustín Rivas, funcionario fiscal de San Juan Nepomuceno, quien autorizó para que los intervinientes ingresen a su propiedad.
El informe policial señala que el robo de los animales de las razas brangus y nelor, fue denunciado el día miércoles 22 de noviembre, de la propiedad del Obispado de la Diócesis de Villarrica del Espíritu Santo y administrada por el veterinario Joao Luiz Xavier Junior, quien reconoció plenamente a las vacas hurtadas un día antes.
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El establecimiento, propiedad del Obispado, está ubicado en la compañía Potrerito de San Juan Nepomuceno, a unos 8 km de la zona urbana de esta ciudad.
Personal de la GEO, dirigido por el oficial inspector Gustavo Riveros, con apoyo de efectivos de las comisarías aledañas y agrupación montada, bajo la dirección del comisario principal Jorge Ramón Aquino, procedieron al despliegue, por varias compañías del distrito de General Morínigo con el objetivo de recuperar los animales robados. Los uniformados creen que los cuatreros abandonaron al ganado a raíz de que fueron rodeados por los intervinientes.
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Desde el lugar donde se produjo el hurto, los animales fueron llevados como 10 km aproximadamente.
Los antecedentes fueron comunicados a la agente fiscal de turno de San Juan Nepomuceno, Mirtha Arévalos, quien autorizó que los animales sean entrados a la víctima.
La sospecha apunta a Chiquillo Cabrera
Según información de los investigadores, la mafia del robo de ganado, de los grandes productores, de tamberos y de pequeños propietarios, es manejado por Máximo Cabrera, conocido como “chiquillo” con domicilio en la zona de Ñurundiay, distrito de San Juan Nepomuceno.
Máximo Cabrera, con frondosos antecedentes por abigeato, fue herido durante un enfrentamiento con efectivos de la Policía Nacional en diciembre del 2021, fue enviado a la cárcel, pero alegando secuela de la herida recibida, consiguió el arresto domiciliario, pero según los datos, sigue operando y liderando a la banda criminal que roba los animales.