Mientras su camarada agoniza, policías cambian su versión sobre atentado en Capitán Bado

Policías del departamento de Antinarcóticos cambiaron su versión original sobre el atentado del 25 de setiembre en Capitán Bado, que dejó agonizando al suboficial inspector Pablo David Amarilla Bonussi. Fue coincidentemente luego de que aparecieran en televisión un supuesto narco y un supuesto sicario a los que los agentes culpan del ataque, pero que a su vez acusan a los efectivos de ser extorsionadores.

Suboficial inspector Pablo David Amarilla Bonussi, herido por sicarios.
audima

El suboficial inspector Pablo David Amarilla Bonussi, de 33 años, personal de la oficina regional 13 de Antinarcóticos, fue acribillado el 25 de setiembre pasado a las 19:45 en el barrio Chaco’i de Capitán Bado, departamento de Amambay, en las coordenadas 23° 15′ 10″ S, 55° 32′ 53″ W.

El propio jefe de Antinarcóticos, comisario principal Néstor Agüero, aseguró que el suboficial Amarilla estaba solo y que hacía trabajos de inteligencia, específicamente marcar las coordenadas de una propiedad para un allanamiento.

Sin embargo, dos sicarios lo estaban esperando, ya que dispararon al menos 42 tiros contra el automóvil en el que se encontraba el suboficial, un Toyota Premio negro con chapa JAA 433.

El policía acusó al menos ocho balazos. Ya perdió la pierna izquierda y sigue en riesgo la derecha. Se encuentra grave y conectado a un respirador en el Hospital de Policía de Asunción.

El doctor David Torales dijo a radio ABC Cardinal que si tal vez era auxiliado más rápido podría haber tenido un mejor panorama.

El automóvil en el que estaban el policía acribillado y el informante que recién ahora aparece en los documentos.

Los señalados

Los policías de Antinarcóticos atribuyen el ataque a Francisco Willian Martínez, de 30 años, en carácter de autor moral, ya que supuestamente este es el dueño de la marihuana que iba a ser incautada o destruida con el trabajo de inteligencia del suboficial ahora agonizante.

En tanto que los autores materiales fueron supuestamente Delio Martínez, de 24 años, e Hildo Palacios López, de 18 años, ambos con órdenes de captura previas justamente por homicidio.

En la televisión

El viernes último, el señalado como autor moral, Francisco Willian Martínez, envió un video al programa Crimen y Castigo de ABC TV.

Reconoció haber trabajado como narco, pero aseguró que hace un año ya salió de Capitán Bado, justamente porque los policías de Antinarcóticos le exigían demasiado dinero para dejarlo trabajar.

Negó haber ordenado el atentado e insinuó que había otra persona con el policía herido y que la versión oficial es una mentira, ya que todos en Capitán Bado saben lo que realmente ocurrió.

El mismo día y en el mismo programa, el supuesto sicario Delio Martínez también envió un video en el que igualmente niega su participación y también acusa de extorsionadores a los policías.

Comisario quedó en ridículo

Casi inmediatamente después de las apariciones públicas de Willian y Delio, los policías de Antinarcóticos automáticamente cambiaron su versión original y enviaron un nuevo informe a la Comandancia.

En el documento, consignaron que “el ataque presuntamente estaba dirigido hacia una persona de sexo masculino, mayor de edad, conocido como un tal Fernando, con paradero desconocido desde el suceso, a quien los presuntos responsables lo tenían como informante de la fuerza pública, por lo que procuraban su eliminación, y en la noche del atentado este sujeto se estaba dirigiendo con el personal herido para la marcación georreferencial del sitio donde ocurrió el ataque, ya que en esas inmediaciones el supuesto informante manejaba el dato de una carga de supuesta marihuana prensada guardada (canutada). Estos datos son informativos y se están analizando”.

De este modo, los propios policías de Antinarcóticos desmintieron su versión original, defendida por el jefe, comisario principal Néstor Agüero, quien aseguró que el policía ahora herido estaba solo dentro de su vehículo.

Ese informe “revelador” sería enviado también hoy al fiscal de la causa, Hernán Mendoza, quien entonces también tendrá que analizar la repentina alteración de la información que venían entregándole los agentes para gestionar los allanamientos que ya se ejecutaron en la frontera en conexión con el atentado.

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