El tribunal que dictó esta sentencia estuvo compuesto por las juezas Mirna Soto González, Carmen Silva Bóveda y Marcelina Quintana, quienes -tras un minucioso proceso legal- llegaron a la conclusión de que el acusado era culpable de cometer el abominable delito.
El caso ha generado gran conmoción en la comunidad local y puesto de manifiesto la importancia de la lucha contra el abuso sexual infantil. La condena de 18 años representa un paso significativo hacia la justicia y la protección de los derechos de los menores en el Amambay, departamento muy afectado por este tipo de hechos.
La comunidad amambaiense espera que esta condena ejemplar envíe un mensaje claro de que los abusos sexuales contra menores no serán tolerados y que aquellos que cometan tales actos enfrentarán consecuencias legales severas.
El fiscal José Luis Torres, si bien se mostró conforme con la condena, aclaró que había solicitado una pena mayor, por lo que adelantó que analizará los fundamentos del tribunal y si corresponde una condena más severa, según dijo.
Agregó que la evaluación de la decisión judicial busca asegurar que se aplique la pena adecuada de acuerdo con la gravedad del delito cometido.