TAVA’I, Caazapá. (Antonio Caballero, corresponsal). “Mi hijo lindo, dio su vida por mí, fue asesinado cobardemente. Si tenía otra arma, les mataba a cada uno de los bandidos”, dijo en un momento desgarrador la madre de José Osmar Arce Martínez (12), asesinado en la tarde noche del lunes último por el grupo de criminales, quienes llegaron a la propiedad armados con escopetas y las caras cubiertas con capuchas.
María Eva Martínez Benítez, quien apretaba fuertemente contra su pecho a su bebé de apenas un año, dijo que ella debía dar su vida para proteger la de su hijo, quien al estar su marido (padrastro de la víctima) lejos por cuestiones de trabajo, él, pese a su corta edad, ya actuaba como el hombre de la casa. La mujer dijo que su niño se preocupaba mucho por ella, si estaba enferma, siempre la consentía y traía los medicamentos.
La dueña de casa relató que los delincuentes que actuaron con quepis y pasamontañas son de la zona. Sabían que su marido fue al Chaco para trabajar en una hacienda y por eso vinieron para robar. Cuando la mamá escuchó un ruido detrás de la casa salió al patio para ver de qué se trataba y allí fue tomada de rehén por uno de los intrusos. En ese momento, presa del susto, gritó a su hijo que los estaban asaltando, “entonces mi hijo fue a traer el revólver calibre 38 y efectuó al menos tres disparos al aire, pero los cobardes le dispararon a matar”, relató María Eva.
En medio de lamentos, la mujer dijo que no hacía falta sacarle la vida a su hijo, solamente lo debían inmovilizar con una cuerda para robar lo que querían. Tras eliminar al niño los intrusos se llevaron el revólver que tenía la víctima y la motosierra, la que abandonaron a unos 300 metros de casa, en medio de una zona boscosa, donde fue encontrada por los investigadores.
Abigeos querían amedrentar al padrastro del niño asesinado, dicen
Este detalle llamó la atención de los policías, que manejan la información que el robo tuvo el fin de amedrentar al padrastro, con quien tienen un problema, cuyo origen se desconoce.
El jefe de investigaciones de Caazapá, comisario César Diarte, confirmó que los cinco criminales ya fueron identificados, todos tendrían antecedentes por abigeato y dos ellos cuentan con orden de captura por homicidio. Sin embargo, el jefe policial se excusó de dar los nombres debido a cuestiones legales de la investigación.
El detalle que ayudó a los agentes a identificar a los maleantes fue que tras el disparo, que acabó con la vida del niño, uno de los bandidos le gritó por su nombre al asesino para que recoja el cartucho que arrojó la escopeta tras la detonación, para evitar que sea utilizado como evidencia en contra de ellos.