El supuesto “patrón” de la banda es Jorge Guillén Bogado, de 41 años, en tanto que los presuntos miembros operativos de la gavilla son Jonás Isaax Estigarribia Almada, de 44 años; Arsenio González Suárez, de 54 años; Juan Ramón González Suárez, de 47 años; Vicente Giménez Silva, de 29 años; Blas Pablo Melgarejo Benítez, de 31 años; Francisco Javier Ramírez Torres, de 39 años, y César Rafael González, de 35 años.
Todos operan principalmente en Ciudad del Este, según la información que maneja la fiscala Lourdes María Soto, quien ordenó la detención de los ocho en el marco de la investigación del asalto perpetrado en la noche del miércoles 21 de junio pasado contra un camión de la empresa transportadora de encomiendas Asunción Express (AEX) y su vehículo escolta, una patrullera de la empresa de seguridad privada Grupo de Seguridad y Respuesta (GSR).
El convoy que salió de Ciudad del Este y se dirigía a Asunción fue emboscado por un grupo tipo comando sobre la Ruta PY02, en la zona de la compañía Potrero Guayakí, correspondiente al distrito de Caaguazú, en el departamento homónimo. Las coordenadas próximas al lugar del hecho son 25° 28′ 36.3″ S, 56° 11′ 24.4″ W.
La gavilla secuestró el camión de encomiendas con su chofer, un secretario y hasta un guardia que los acompañaba, así como a los otros dos guardias que los seguían en la patrullera privada.
El aguantadero
Los bandidos escondieron las mercaderías robadas en un aguantadero situado entre los municipios de Mauricio José Troche y Doctor Bottrell, ya en el departamento de Guairá, a 19 kilómetros de la Ruta PY02. Este lugar se sitúa en las inmediaciones de las coordenadas 25° 36′ 21.0″ S, 56° 18′ 17.1″ W.
El botín consistió principalmente en celulares iPhone, aunque también había electrodomésticos, equipos informáticos, herramientas y hasta prendas de vestir.
En la noche siguiente, el jueves 22 de junio, pensando que ya había pasado el peligro, los asaltantes salieron en caravana de este escondite y tomaron de nuevo la Ruta PY02 como para dirigirse a Ciudad del Este para entregar el botín al “patrón” que luego vendería las mercaderías.
El ataque a los policías
Sin embargo, el GPS de uno de los celulares iPhone robados delató la posición de la caravana de delincuentes, que fue alcanzada por dos móviles de la Policía Nacional, uno del Departamento de Investigaciones de Caaguazú, con cinco agentes a bordo, y otro del Departamento Contra el Crimen Organizado, con cuatro efectivos adentro.
Justamente, este último grupo, el de Crimen Organizado, fue acribillado en pleno desplazamiento por los ocupantes de una camioneta Toyota Hilux que integraba la caravana de asaltantes. Sucedió en las coordenadas 25° 29′ 08.2″ S, 56° 07′ 37.9″ W.
En el tiroteo, resultaron heridos el suboficial principal Édgar Francisco Antúnez Lezcano y el suboficial inspector Aldo Ramón López González.
Tras el intento de asesinato de los policías, los asaltantes se dispersaron y quemaron un camión furgón con todas las mercaderías robadas que estaban adentro.
Los delatores
En una redada que terminó ya en la madrugada del viernes 23 de junio, la Policía Nacional capturó en la misma zona a dos de los supuestos miembros de la banda, Wilson Orlando López Almirón (35), alias Jurúlo, con frondosos antecedentes, y Reinaldo Chávez Jara (39), alias Rey, con orden de captura por asalto.
Justamente, el testimonio de estos dos fue fundamental para identificar ahora al supuesto “patrón” del grupo y a los demás presuntos integrantes del grupo comando.
Asalto anterior
Este mismo grupo asaltó el mismo camión de la misma empresa, incluso con los mismos ocupantes, el 2 de febrero pasado, pero en la ciudad de San José de los Arroyos, siempre en el departamento de Caaguazú.
Luego de aquel golpe, la Policía y la Fiscalía habían allanado la casa del supuesto “patrón” Jorge Guillén Bogado, en Ciudad del Este, donde marcaba el GPS de uno de los celulares iPhone robados.
Sin embargo, el citado malviviente, llamativamente, escapó del lugar momentos antes de que la comitiva rodeara la zona, presuntamente al ser avisado de que irían tras él.
Jorge Guillén Bogado, aún más llamativamente, no tiene siquiera orden de captura por aquel asalto anterior, el del 2 de febrero pasado en San José de los Arroyos, sino que recién la tiene ahora, por el atraco en Caaguazú.
En el mercado brasileño
Supuestamente, Guillén es el que coloca en el mercado brasileño los celulares iPhone robados en estos golpes en las rutas paraguayas.
El precio se venta de los aparatos llega incluso a 1.000 dólares cada uno, según la información de inteligencia. Supuestamente, Guillén cerró recientemente la venta de 1.000 celulares iPhone, por lo que habría recaudado aproximadamente 1.000.000 de dólares.
Presuntamente, una parte importante de esas ganancias son “invertidas” por Guillén en protección policial, ya que, increíblemente, hasta ahora nunca fue molestado.