El chofer del presunto narcotraficante Miguel “Celular” Servín, Aníbal Ramón Insfrán, seguirá cumpliendo arresto domiciliario. Así lo dispuso a través de su AI N° 90 la jueza penal de garantías especializada en Crimen Organizado Rosarito Montanía, en el marco del denominado caso Belia.
La resolución se tomó luego de realizarse una audiencia de revisión de medidas, oportunidad en la que el abogado Marco Antonio Cáceres, defensor de Insfrán, solicitó que su cliente cuente con permiso para trabajar en el horario de 5:00 a 21:30 como conductor de la plataforma Bolt Driver.
Dicha petición del abogado se fundamentó “a los efectos de que el mismo pueda cumplir con obligaciones respecto a su persona misma y a su menor hijo, en cuanto a manutención y otras deudas que el mismo mantiene”.
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Sin embargo, la jueza consideró que el arresto domiciliario con permiso para trabajar “no se encuentra contemplado en nuestro ordenamiento jurídico vigente, por lo que la práctica de algunos jueces desvirtúa la naturaleza propia de dicha medida cautelar”.
Además, sostuvo la magistrada que la investigación prosigue hasta que el Ministerio Público haga la presentación de su requerimiento conclusivo, fijado para el 7 de agosto próximo, y por ende se encuentra vigente el peligro de obstrucción.
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Señalado como custodio de Miguel “Celular”
El fiscal antidrogas Isaac Ferreira había formulado imputación contra Aníbal Ramón Insfrán por los hechos de lavado de dinero y asociación criminal, según el Código Penal, pues, según la investigación de la Secretaría Nacional Antidrogas (Senad) y de la Fiscalía, habría estado encargado de la seguridad y era secretario de confianza de Miguel Servín, preso en la cárcel de Emboscada.
El agente del Ministerio Público había solicitado prórroga para culminar con algunas diligencias relacionadas a esta causa, pues el objetivo principal de la investigación es Miguel Ángel Servín Palacios, quien fue acusado en octubre de 2022 por los hechos de lavado de dinero en asociación criminal.
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Papeles de Miguel Servín y los coimputados
Como parte de la red indagada, Hugo Antonio Meza Huespe, marido de María Silvia Lezcano Monges, era el responsable de lavar el dinero que obtenía la red a través de sus actividades en el narcotráfico, ayudado por su pareja, según la investigación y la teoría formulada por el Ministerio Público.
Así, el líder de la banda supuestamente es Miguel Ángel Servín, quien daba instrucciones precisas a Cristian César Turrini Ayala, encargado de organizar y coordinar los envíos de cargamentos de carbón contaminados con cocaína. Este último trabajaba en asociación con Alberto Ayala Jacquet, dueño de Carbosur.
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De esta forma, cuando la mercadería, que puede ser soja, chía o carbón, que por lo general tiene canal verde en Aduanas para su salida, está contaminada con droga se produce el tráfico vía marítima. En este caso, de los 2.906 kilos, el destino era Bélgica y de ahí a Israel.
En cuanto al lavado dentro de esta organización narco, encabeza Hugo Meza como administrador y propietario de la playa de autos “HA Automotores”, empresa de fachada para la realización de préstamos, usura y empeños, con ayuda de su pareja Silvia Lezcano, de profesión abogada, quien es la que facilitó sus datos para la compra de bienes e inmuebles con dinero del tráfico.
Dentro de la misma red de lavado también aparecen Aníbal Ramón Insfrán, funcionario de seguridad y secretario de confianza, Elvio María Vega Chamorro, y también estaban insertas en esta parte la pareja actual del capo, Bruna Regina Martins, la esposa del mismo, Liz Lailla Villalba, y la hija, Marol Lizet Servín Lailla.