La lectura de la sentencia se llevará a cabo en la sala de audiencias de la Cámara de Apelaciones de Dolores, un municipio de la provincia de Buenos Aires que queda 220 kilómetros al sur de la capital de Argentina y 160 kilómetros antes de la ciudad costera de Villa Gessel, donde a su vez se produjo el asesinato de Fernando José Báez Sosa, de 18 años de edad, aquel 18 de enero de 2020.
Los jueces del Tribunal Oral en lo Criminal 1 de Dolores que juzgan desde el 2 de enero pasado este caso son María Claudia Castro, Emiliano Lazzari y Christian Rabaia.
Los acusados y actualmente encarcelados en la Unidad Penal 6 de Dolores son Máximo Pablo Thomsen, quien tenía 20 años cuando ocurrió el hecho; Ciro Pertossi, quien tenía 19 años; su hermano Luciano Pertossi, quien tenía 18 años; el primo de estos dos, Lucas Fidel Pertossi, quien tenía 20 años; Matías Franco Benicelli, quien tenía 20 años; Blas Cinalli, quien tenía 18 años; Ayrton Michael Viollaz, quien tenía 20 años, y Enzo Tomás Comelli, quien tenía 19 años.
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El hecho punible acusado y defendido en el juicio por los fiscales Juan Manuel Dávila y Gustavo García fue homicidio doblemente agravado por alevosía y por el concurso premeditado de dos o mas personas.
Pedido de prisión perpetua para los acusados de matar a Fernando Báez Sosa
Tanto la Fiscalía como la querella, ejercida por los abogados Fernando Burlando, Fabián Améndola y Facundo Améndola, piden cadena perpetua para los acusados, es decir, que permanezcan en la cárcel por el resto de sus vidas.
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Por su parte, el abogado defensor de los rugbiers, Hugo Tomei, aspira a una absolución de sus clientes o una condena por homicidio en riña, cuya expectativa de pena es solo de hasta seis años.
Básicamente, los que los magistrados deben decidir es si se trató de un plan coordinado para asesinar a Fernando Báez Sosa, quien era hijo de Silvino Báez y Graciela Sosa, paraguayos residentes en Argentina.