El fiscal de la Unidad Especializada en Lucha contra el Narcotráfico, Isaac Ferreira, formuló acusación y solicitó la elevación del caso a juicio oral y público ante el Juzgado Penal de Garantías Especializado en Crimen Organizado, a cargo del juez Gustavo Amarilla Arnica, contra siete procesados en la operación Navis.
Están acusados Fernando Enrique Balbuena Acuña (36), alias Herrero, Riki o Guerrero, hijo del exdiputado liberal Elvis Balbuena; también su cuñado Reinaldo David Delvalle Mendoza (28), alias Tito; al exdirector del penal de Tacumbú Julio Antonio Acevedo Hauron (63) y al hijo de este, Julio Alejandro Acevedo Spaini (39); al ucraniano Vyktor Melny (49), alias Putín o Russo, por los hechos de tenencia, comercialización, tráfico de drogas peligrosas y asociación criminal, en calidad de coautores.
En tanto que el capataz del establecimiento de Fernando Balbuena, Críspulo Monzón Acosta (47), también fue acusado, pero por los hechos de tenencia de drogas peligrosas por la Ley N° 1.340/88, en calidad de cómplice y asociación criminal también por esa ley y en calidad de coautor.
Lea más: Incautan casi 1.000 kilos de cocaína y capturan a presunto jefe narco, hijo de exdiputado
Las seis personas acusadas supuestamente forman parte de una estructura, liderada por Balbuena Acuña, que operaba en el departamento de Cordillera. Los integrantes presuntamente recibían cargas de cocaína traídas desde Bolivia y que bajan en pistas irregulares de Arroyos y Esteros y luego las trasladaban hasta un establecimiento de Eusebio Ayala, donde alijaban la sustancia para su posterior remisión al continente europeo en containers.
El 9 de enero de 2022, el Ministerio Público y la Secretaría Nacional Antidrogas (Senad) pusieron en marcha la operación Navis, con el allanamiento de un establecimiento rural de Eusebio Ayala donde habían 947 kilos de cocaína en bolsas de arpillera, con las inscripciones “MR” y “Bitcoin”. En la ocasión fueron detenidos varios de los hoy acusados.
Lea más: Operación Navis: cuñado de supuesto jefe narco se entregó
Liderazgo en el esquema
De acuerdo con datos de inteligencia que fueron obtenidos y procesados por la Dirección de Investigación en el Comercio Internacional (DICI) de la Senad, a través de la intercepción de comunicaciones telefónicas y mensajes entre los hoy acusados se pudo tener conocimiento de la existencia del grupo.
Es así que mediante la información que consiguieron los agentes especiales, se pudo identificar a Fernando Enrique Balbuena como el encargado de planificar y administrar a esta organización, con apoyo de varios colaboradores.
Según la pesquisa, Fernando Balbuena, desde el año 2019 realizó varios viajes a la ciudad de Pedro Juan Caballero, departamento de Amambay, con el fin de recoger importantes sumas de dinero que invertiría más tarde para pagar los recursos necesarios para mantener el funcionamiento del esquema criminal.
Lea más: Operación Navis: someterán a pericia celulares de presuntos narcos
Es así que se tienen registros que el 19 y 22 de julio y también el 25 de agosto de 2021, Balbuena se desplazó hacia Pedro Juan Caballero para recibir una importante suma de dinero y así comprar insumos para la logística pendiente para el tráfico de sustancias.
El 20 de noviembre de 2021, Balbuena tuvo una conversación con su cuñado Reinaldo David Delvalle Mendoza, a quien le solicitó los números de personas que habían pilotado una aeronave.
Ya el 7 de enero de 2022, Fernando Balbuena se reunió con el exdirector de la Penitenciaría Nacional de Tacumbú, Julio Antonio Acevedo Hauron, para entregarle dinero y solicitarle colaboración para el tráfico de sustancias. Al día siguiente, Balbuena fue ubicado mediante la antena de su celular en la ciudad de Arroyos y Esteros, donde llegó una carga de cocaína.
Lea más: Julio Acevedo, ligado al llanismo desde Tacumbú hasta su candidatura a diputado
Colaboraciones para el tráfico
Por otra parte, según la acusación fiscal, Reinaldo David Delvalle Mendoza era el encargado de la logística del grupo. Este tenía a su cargo, específicamente recibir los cargamentos en Arroyos y Esteros para su posterior traslado hasta Eusebio Ayala, donde está ubicado el establecimiento de Balbuena.
El 20 de noviembre de 2021, según datos recogidos, Delvalle trasladó a dos personas que habían realizado vuelos irregulares para el transporte de cargas y sufrieron un accidente. Es más, ese 8 de enero de 2022 se encargó de conseguir combustible para los aviones que trajeron cocaína desde Bolivia y la bajaron en Arroyos y Esteros.
Otro supuesto colaborador del grupo es el ucraniano Vyktor Melnyk, con quien contactó Fernando Balbuena y se reunió en varias ocasiones, para contar con sus servicios para conseguir los cargamentos, organizar las rutas para mover la droga y la logística para el envío de la sustancia a Europa.
Melnyk mantuvo una reunión con Fernando Balbuena y Reinaldo Delvalle el 18 de agosto de 2021, en un local del Shopping Pinedo de San Lorenzo. La reunión se repitió posteriormente el 30 de agosto de ese año. Melnyk justamente se encontraba el 8 de enero de 2022 en Eusebio Ayala, cuando la droga estaba siendo preparada para su envío.
La estructura también habría contado con la ayuda del capataz del establecimiento de Eusebio Ayala, Críspulo Monzón, cuya función era custodiar la carga, por indicaciones de Fernando Balbuena, que se ubicaba en su domicilio particular distante solo 800 metros de ahí.
El 9 de enero de 2022, cuando se ejecutó el allanamiento, fue apresado Monzón y se incautaron 25 paquetes, de los cuales 10 estaban envueltos con bolsa arpillera negra con tres rayas blancas y la inscripción “MR”, y otros 15 con bolsa de arpillera verde, con la inscripción “Bitcoin”. La sustancia totalizó un peso de 947 kilos.
Balbuena deseaba ampliar su actividad
Con el objetivo de ampliar la actividad de su esquema criminal, Fernando Balbuena contactó con el exdirector de Tacumbú Julio Acevedo Hauron, a modo de que este pueda reclutar colaboradores y le pueda ayudar a constituir empresas o adquirir las ya existentes a fin de concretar el envío de la sustancias sin levantar sospechas, siempre según la acusación-
Las conversaciones entre Balbuena y Acevedo también tuvieron como eje que este último le proporcione cobertura en la zona de operaciones y en el punto donde se descargaba la cocaína, proveniente de Bolivia.
Luego de negociar con Fernando Balbuena, Julio Acevedo se comunicó el 28 de diciembre de 2021 con su hijo y le propuso ser transportista, a servicio del esquema administrado por Balbuena.
El 8 de enero de 2022, en una estación de servicios del emblema Enex, en Arroyos y Esteros, fueron vistos Julio Antonio Acevedo recostado por una camioneta Volkswagen Amarok, y a bordo de esta a Reinaldo Delvalle. Ambos conversaban.
Ese mismo día, Acevedo Spaini le comentó a un hombre no identificado que como se descompuso una de las camionetas, tuvieron que cargar las bolsas de 30 kilos cada una, en una sola camioneta, y que llegaron dos aviones uno tras otro a descargar y que se sintió “una especie de Pablo Escobar”.