En comunicación con ABC Cardinal este martes, el comisario Luis López, jefe de Homicidios de la Policía Nacional, habló del avance de la investigación sobre la muerte en confusas circunstancias del exfiscal Javier Ibarra, hallado en su domicilio con dos heridas de bala en la cabeza, el pasado viernes.
El lunes se informó que se hallaron rastros de antimonio, uno de los residuos generalmente dejados por el uso de un arma de fuego, en las manos de Aida María Villalba, empleada de limpieza de Ibarra, por lo que la mujer se encuentra actualmente detenida.
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El comisario López explicó que la hipótesis principal sobre la causa de muerte de Ibarra sigue siendo que se trató de una autoeliminación, teniendo en cuenta que los rastros químicos que indican el uso de un arma de fuego –incluyendo otros componentes químicos como el plomo y el bario– se hallaron en las manos del fallecido.
Por lo tanto, la presunción es que Villalba habría tocado o movido el arma utilizada, cuyo paradero aún se desconoce.
Si bien la autoeliminación es la hipótesis con más fuerza, el comisario enfatizó que los investigadores aún no pueden descartar ninguna otra posibilidad.
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Los investigadores están a la espera de que Villalba brinde su declaración sobre los hechos.
Sigue hipótesis de que Ibarra se autoeliminó
Consultado sobre cómo se puede explicar el hecho de que el cuerpo presenta dos impactos de bala si se trató de una autoeliminación, el comisario López explicó que “cuando se recibe el impacto de una bala, la persona no fallece al instante, tiene un tiempo de agonía y el reflejo mismo por el golpe puede volver a accionar la cola disparadora”.
Señaló que hay antecedentes de incluso hasta tres disparos ocasionados por reflejo en casos de autoeliminación.