La empleada doméstica de Javier Ibarra, Aida María Villalba, podría ser imputada por obstrucción a la investigación, según confirmó el fiscal que investiga el caso, Gerardo Mosqueira.
Agregó que al realizársele la prueba de residuos de disparos, la misma dio positivo a antimonio, por lo que se ordenó su detención.
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Ibarra, de 48 años, fue hallado muerto el viernes 25 de noviembre en su propia casa y las circunstancias de su deceso aún no se han aclarado. Una pericia detectó que murió de dos balazos, pero debido a que se habría utilizado un arma automática, los investigadores creen aún posible una autoeliminación.
Sin embargo, el arma utilizada no se encontró en la escena.
“No colaboró con nosotros y sospechamos. Ya que salió positivo, ella habría tocado el arma”, manifestó el encargado de la causa con relación a la empleada.
Los intervinientes realizaron allanamientos en las viviendas, tanto de la empleada doméstica, como del casero. En la casa de este último no encontraron nada, según indicó el fiscal.
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El arma calibre 22 y la vainilla son los elementos que están siendo buscados para poder determinar si la muerte del exviceministro de seguridad y exfiscal fue un homicidio o un suicidio. “Es un arma que le conocen a la víctima, saben que es un arma que utilizaba como arma de mano”, expresó Mosqueira.