Waldemar Pereira Rivas, de 41 años de edad, estuvo preso por última vez en Paraguay desde el 1 de mayo de 2020 hasta el 3 de noviembre de 2022.
Cachorrão abandonó esa misma noche la Agrupación Especializada horas después de que fuera blanqueado por un Tribunal de Sentencia de Pedro Juan Caballero presidido por Carmen Elizabeth Silva Bóveda e integrado por Ana Graciela Aguirre Núñez y Mirna Carolina Soto González.
Las magistradas absolvieron a Cachorrão por una supuesta duda, ya que según explicaron el fiscal de Crimen Organizado Andés Arriola “no llegó a destruir la presunción de inocencia existente” y por ende no pudo demostrar que el acusado fue el organizador del crimen del periodista brasileño Leo Veras, ocurrido el 12 de febrero de 2020 en Pedro Juan Caballero.
Andrés Arriola se quedó con la causa en vez del que era el fiscal delegado de Crimen Organizado, Marcelo Pecci, quien fue asesinado el 10 de mayo de 2022 en Colombia.
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Saben quiénes son, pero tampoco hacen nada
En su explicación al término del juicio, la presidente del Tribunal de Sentencia, Carmen Silva, inesperada y sorpresivamente dijo que ella y sus colegas saben quiénes son los mandantes principales del homicidio, con nombre, apellido e incluso alias, pero que “este Tribunal se reserva tener que decir los nombres, siendo que el Ministerio Público los maneja y debería por lo menos haberlos llamado para una declaración informativa, siendo que todo lo que nosotros pudimos valorar acá es que se trató de llevar la investigación a otro lado, a modo de ocultar a los verdaderos autores materiales y morales de este hecho”.
La jueza Silva incluso defendió públicamente a Cachorrão al asegurar que en el juicio “se trató de incriminarle a una persona, la cual era más fácil que llegar a los principales responsables de la muerte del conocido comunicador Leo Veras”.
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Recién después de la liberación de Waldemar Pereira Rivas, alias Cachorrão, la jueza que dirigió el juicio dijo que efectivamente ella ya sabía que el supuesto criminal es buscado por un homicidio en Brasil, país que incluso emitió una notificación roja contra él, vía Interpol.
Sin embargo, la jueza Silva ni sus colegas del Tribunal de Sentencia se preocuparon en por lo menos advertir esa situación, aunque la Fiscalía ni la Policía tampoco reaccionaron ágilmente ante la liberación del presunto miembro del PCC.
De hecho, hasta ayer, nadie había movido aún un dedo para volver a capturar a Cachorrão y ponerlo a disposición de la justicia brasileña, tal como suele ocurrir con otros prófugos.
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