El detenido fue identificado como Mauricio Andrés Aranda (24), carpintero de profesión, quien aparentemente utilizaba su vivienda en construcción como su punto de venta a los adictos de la zona de Guarambaré que llegaban al lugar para surtirse de la sustancia.
Precisamente, la presencia de jóvenes, algunos vecinos y otros totalmente desconocidos en el lugar fue lo que motivaron las sospechas de los mismos pobladores de la cuadra, quienes fueron los primeros en dar la alerta sobre lo que estaba sucediendo en aquella casa en construcción a los agentes antidrogas, según explicaron.
Con el dato inicial, los agentes de la Dirección de Operaciones Urbanas de la Senad comenzaron a vigilar el punto marcado y las actividades del propietario hasta confirmar que efectivamente el hombre se dedicaba al rubro de la venta de drogas, cocaína.
Lo agarraron en la habitación con las evidencias
Con los elementos recolectados y las sospechas confirmadas, a tempranas horas de ayer se procedió al allanamiento de la vivienda de Aranda, quien fue detenido en su habitación, donde también se encontraron las dosis de cocaína, ya preparadas para la venta, a más de un viejo revólver, que tenía para el resguardo personal.
De acuerdo a datos brindados por los investigadores, Aranda actuaba como distribuidor de un elemento del clan Rotela que opera en la zona de Capiatá. El ahora detenido estaba generando importantes ganancias, ya que en menos de dos meses está a punto de concluir su residencia y al mismo tiempo se compró un automóvil, dijeron los investigadores.