Osvaldo Villalba: biografía de un terrorista

La muerte de Osvaldo Villalba, sin dudas, pasó a ser el golpe más duro propinado en los últimos 25 años al grupo terrorista Ejército del Pueblo Paraguayo (EPP). El “comandante supremo” de la banda criminal fue eliminado por militares del Comando de Operaciones de Defensa Interna (CODI) inmediatamente después de que ejecutara a dos indígenas. Osvaldo Villalba fue jefe del EPP durante 17 años, periodo en el que dirigió 145 ataques y ordenó el asesinato de 43 civiles, 18 policías y 14 militares. Esta es su “hoja de vida”.

Osvaldo Daniel Villalba, abatido el 23 de octubre de 2022, con una de sus hijas, fallecida el 2 de setiembre de 2020, cuando fue usada como escudo humano por su padre.
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Osvaldo Daniel Villalba Ayala nació el 21 de diciembre de 1982 en la ciudad de Concepción, capital del departamento de Concepción. Hijo de José María Villalba Acosta (1930) y Mariana De Jesús Ayala López (1944).

Estos son los hermanos Villalba que aún viven

  • José Mariano Villalba Ayala (1968), prófugo por el secuestro de Luis Lindstron;
  • Saturnino De Jesús Villalba Ayala (1969), sin ningún vínculo comprobado con la banda;
  • Carmen María Villalba Ayala (1971), condenada por el secuestro de María Edith viuda de Debernardi y la tentativa de homicidio contra policías;
  • María Rosa Villalba Ayala (1978), capturada en 2006 cuando llevaba provistas al campamento del grupo;
  • Myrian Viviana Villalba Ayala (1979), por mucho tiempo la abogada de sus hermanos terroristas;
  • Liliana Elizabeth Villalba Ayala (1981), actual cabecilla del brazo armado, y
  • Laura Mariana Villalba Ayala (1984), presa desde 2020 por terrorismo.

Cuando tenía 17 años, Osvaldo Daniel fue sacado de su casa de Concepción por su hermana mayor, Carmen María, quien también se llevó consigo a su otra hermana, Liliana Elizabeth, quien tenía 19 años.

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La denuncia de la madre: “ideas raras y hasta extremistas”

Osvaldo y Liliana fueron convencidos por su hermana mayor Carmen con “ideas raras y hasta extremistas, inculcándoles el descontento, la indisciplina y falta de respeto hacia sus mayores”, según la denuncia que presentaron sus padres ante un Juez en lo Tutelar, el 18 de setiembre de 2000.

Carmen había salido solo meses antes de la cárcel del Buen Pastor tras dos años encerrada por el asalto al Banco Nacional de Fomento (BNF) de Choré, perpetrado en 1997 y considerado el primer golpe del EPP, aunque en esa época el grupo era conocido justamente como la banda de Choré.

Primera y segunda camadas

Ya bajo la “tutela” de su hermana Carmen, Osvaldo Villalba participó entre 2001 y 2002 en el secuestro de María Edith Bordón de Debernardi, aunque con un rol aún secundario.

Aquel caso lo encabezaron la propia Carmen, el que era esposo de esta, Alcides Osmar Oviedo Brítez, y el lugarteniente de ambos, Aldo Damián Meza Martínez.

Justamente, desde esa época, Osvaldo quedó en pareja con la hermana menor de Aldo, Magna María Meza Martínez, con quien tuvo cuatro hijos.

Luego de la captura de Carmen, Alcides y Aldo, ocurrida en 2004, con lo que se descabezó la primera camada del EPP, Osvaldo pasó a militar en la segunda camada de la banda terrorista, que entonces se llamaba Partido Patria Libre.

De igual modo, Osvaldo actuó con este grupo en el secuestro de Cecilia Mariana Cubas Gusinky, entre 2004 y 2005, siempre con un rol no decisivo, porque era considerado aún un “recluta”.

Pero con las detenciones de Anastacio Mieres Burgos y Osmar Feliciano Martínez, entre otros, esta segunda camada de terroristas también quedó descabezada.

“Comandante supremo”

Favorecido por su linaje y con la “bendición” de su hermana Carmen y de su cuñado Alcides, quienes ya estaban encerrados, Osvaldo Villalba pasó a comandar en 2005 el brazo armado de la organización criminal y autoproclamado “comandante supremo”.

Su segundo al mando siempre fue Manuel Cristaldo Mieres, sobrino de Anastacio Mieres Burgos. La tercera en la estructura era la mujer de Osvaldo, Magna Meza, hermana de Aldo Meza.

Principales crímenes

Osvaldo, Manuel y Magna, ya con sus nuevos seguidores, tuvieron su “bautismo de sangre” ese mismo año, 2005, cuando mataron al policía Andrés Ceferino Brítez en un monte de Maracaná (Canindeyú).

En 2006, acribillaron al policía Óscar Antonio Noceda Sosa, un día después de que este atrapara a la célula que se dirigía al campamento del grupo terrorista en Puentesiño (Concepción).

En 2008, cuando tomaron oficialmente el nombre EPP, Osvaldo y su gavilla secuestraron a Luis Lindstron en Kurusu de Hierro (Concepción) y asaltaron un destacamento militar en Tacuatí (San Pedro).

En 2009, Osvaldo dirigió el secuestro de Fidel Zavala en Paso Barreto (Concepción) y en 2010 mataron nada menos que a cinco civiles y tres policías.

El EPP se tornó ya incontenible para el 2011, cuando volvieron a atacar estancias y a matar a tres civiles y dos policías, este último caso en la subcomisaría de Capitán Giménez (Concepción).

Entre 2012 y 2013 perpetraron nada menos que 43 golpes, entro los que se destacan un intento de secuestro, sabotajes a torres de la ANDE y el asesinato de Luis Lindstron, así como el quíntuple homicidio en Tacuatí (San Pedro), que significó la “bienvenida” al gobierno de Horacio Cartes, durante el cual el EPP aumentaría su crueldad.

Más secuestros, más asesinatos

En 2014, Osvaldo Villalba encabezó los secuestros de Arlan Fick, liberado tras el pago de rescate, y Edelio Morínigo, presuntamente asesinado.

Al año siguiente, ordenó el secuestro del matrimonio alemán conformado por Robert Natto y Érika Reiser, quienes fueron asesinados en cautiverio, así como el del menonita Abrahán Fehr, quien igualmente murió en cautiverio.

En 2016, se destacan el secuestro del menonita Franz Wiebe y la masacre de ocho militares.

En 2017 siguieron los secuestros, con el de Franz Hiebert y Bernhard Blatz, así como los homicidios y ataques a estancias.

Su bastión, el Cerro Guasu

En 2018 el EPP migró a la zona del Cerro Guasu (Amambay), donde también comenzaron a matar, principalmente a estancieros e indígenas.

En esta región, que pasó a ser el nuevo bastión del EPP, el CODI localizó en 2020 la guarida de los criminales y Osvaldo Villalba sacrificó a su hija de 11 años, María Carmen Villalba, así como a su sobrina de la misma edad, Lilian María Villalba, a quienes usó como escudo humano para que él y los otros criminales pudieran escapar.

Poco después, secuestraron a Óscar Denis, quien sigue desaparecido.

El EPP sembró terror en el norte hasta que finalmente el 23 de octubre pasado Osvaldo halló la muerte, también a tiros, en su ley, aunque en su paso por esta vida dejó a centenares de paraguayos sin un padre, una madre o un hermano que fueron asesinados, secuestrados o extorsionados.

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