Se trata de Elva Rosa Mereles de Florentín, de 47 años, quien se abstuvo de declarar ante el fiscal Rubén Moreno, quien a su vez la imputó por homicidio doloso.
La mujer quedó presa ayer de siesta, luego de que policías del Departamento de Homicidios detectaran serias inconsistencias entre la versión que dio inicialmente y la inspección de la escena del crimen.
Al inicio, Elva Rosa dijo que su esposo Ernesto Florentín Núñez, de 62 años, fue asesinado el martes de tarde supuestamente por dos hombres que tomaron por asalto la casa de la familia, situada en la fracción Aurora de la compañía Villa Jardín de Limpio, a cuatro kilómetros del centro de la ciudad, donde funcionan una despensa y heladería.
Extrañamente, la viuda pretendía enterrar a su marido ya a la mañana siguiente, lo que llamó la atención de Néstor Alfredo Florentín Solís, de 37 años, hijo de Ernesto e hijastro de Elva Rosa.
Néstor Florentín desde un principio apuntó a su madrastra como sospechosa, más aún después de que pillaran que la cámara de seguridad de un vecino, que está orientada directamente hacia la casa de la víctima, nunca grabó a los supuestos asaltantes homicidas ni cualquier otro movimiento inusual en el momento en que supuestamente ocurrió el atraco mortal.
Ante estas dudas, el fiscal Moreno interrumpió el velatorio y ordenó que practicaran una autopsia.
La autopsia fue clave para incriminar a la mujer
El resultado de esta diligencia fue más determinante, ya que se comprobó que la víctima fue acuchillada de manera perpendicular, es decir, recta, mientras estaba descansando en la cama y que el cuerpo no tenía heridas defensivas.
Otro elemento que complicó a la mujer es que su hija de 16 años, quien es también hija del fallecido, dijo que cuando supuestamente se inició el asalto su mamá le ordenó que se encerrara en su habitación.
Supuestamente, Elva Rosa Mereles de Florentín confesó ayer, ante los investigadores el crimen y habría alegado que era muy maltratada por su marido Ernesto Florentín Núñez, aunque los familiares de ambos y hasta los vecinos dijeron que en realidad tenían muchos conflictos porque aparentemente los dos tenían relaciones sentimentales paralelas, que eran conocidas pero no toleradas ni por él ni por ella.