El lamentable acontecimiento que enluta a una humilde familia de trabajadores sucedió ayer en la estancia denominada Copagra, ubicada a unos 170 kilómetros del casco urbano de Bahía Negra, en la zona de Agua Dulce, sobre el camino conocido como Línea 14.
Como era domingo y el personal de la estancia se encontraba en su día libre, Reinaldo Mariño Rojas (26), en compañía de su pareja Fátima García Luján (22), acompañado de su hijastra Ariana García Luján (5), hija biológica de la mujer, se encontraban paseando por los alrededores del retiro RB norte, sitio donde ellos vivían dentro del establecimiento ganadero, ubicado a unos 10 kilómetros del casco central de la estancia.
“Tanque australiano”
La pareja y la pequeña subieron a una elevación conocida en el Chaco con el nombre de “Tanque australiano”, que sería una especie de construcción de tierra al costado del tradicional tajamar que se prepara con el objetivo de almacenar agua de lluvia, por lo que este tipo de reservorios suelen ser bastante profundos.
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Las personas que trabajan en las estancias por estos lejanos lugares suelen habitualmente buscar algún tipo de elevación natural, con el afán de captar la señal de internet o simplemente disfrutar desde lo alto las bellezas naturales de la zona.
La tragedia se produjo alrededor del mediodía, cuando el perrito de la niña cayó a las profundas aguas del tajamar. La menor, intentando salvar a su mascota, perdió el equilibrio y cayó al reservorio. Su padrastro no dudó en lanzarse al agua para rescatar a su hijastra, pero, según sus conocidos, Reinaldo no sabía nadar, por lo que también fue a parar al fondo del tajamar.
La madre de la niña y pareja del hombre nada pudo hacer para ayudar, ya que el retiro se encontraba a unos 200 metros del tajamar, por lo que cuando llegó la ayuda ya fue tarde y el personal solo se limitó a sacar ambos cuerpos del interior del profundo reservorio.
Una vez acontecido el hecho, se comunicó a la Comisaría de Bahía Negra y efectivos llegaron en horas de la tarde para verificar lo ocurrido. Los uniformados dieron participación a la fiscalía de Fuerte Olimpo, distante a unos 360 kilómetros del lugar de la tragedia.
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La comitiva fiscal, acompañada del médico forense Giovanni Gallagher, viajó hasta el lugar y al inspeccionar ambos cuerpos -el de Ariana García Lujan (5) y el de su padrastro Reinaldo Mariño Rojas (26)- certificó como causa de muerte asfixia por sumersión (ahogamiento).
Finalmente, el fiscal de la causa, Andrés Cantaluppi, dispuso la entrega de los cuerpos a sus familiares para llevarlos hasta su última morada, en la localidad de Concepción, de donde eran oriundos y partieron hace más de un año para trabajar en esta zona del Chaco.