El viernes 22 de julio pasado, el embajador de Estados Unidos en Paraguay, Marc Ostfield, informó en una conferencia de prensa que el secretario de Estado de su país, Antony Blinken, anunció la designación pública del expresidente Horacio Manuel Cartes Jara, de 66 años de edad, como significativamente corrupto debido a su participación en actos de corrupción significativos.
“El expresidente Cartes obstruyó una importante investigación internacional sobre el crimen transnacional para protegerse a sí mismo y a su asociado criminal de un posible enjuiciamiento y daño político”, dijo entre otras cosas el embajador.
Tres semanas después, el 12 de agosto, bajo la misma modalidad, el embajador norteamericano anunció la designación pública también como significativamente corruptos del actual vicepresidente Hugo Adalberto Velázquez Moreno, de 55 años, y del asesor jurídico de la Entidad Binacional Yacyretá Juan Carlos Duarte Martínez, de 53 años.
La explicación que ofreció Ostfield sobre estos dos fue que “a pedido de Velázquez, Duarte, su cercano colaborador personal y profesional, ofreció un soborno de más de un millón de dólares a un funcionario público paraguayo, un acto consistente con un patrón aparente de actividad corrupta compartida. Esto se hizo para obstruir una investigación que amenazaba al vicepresidente y sus intereses financieros”.
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En ambos casos, tanto en el de Cartes como en el de Velázquez, la fiscala general del Estado de Paraguay, Sandra Raquel Quiñónez Astigarraga, ordenó la apertura de una causa penal para investigar los delitos atribuidos por Estados Unidos.
Sin embargo, hasta ahora, la Fiscalía pidió información a Estados Unidos solo sobre el caso del vicepresidente Velázquez, a través de una carta rogatoria firmada por los fiscales Osmar Legal y Liliana Alcaraz, de la unidad especializada en Delitos Económicos y Anticorrupción, aunque canalizada a través del fiscal Manuel Doldán, de la dirección de Asuntos Internacionales.
El propio Doldán confirmó a ABC TV que el Departamento de Justicia de Estados Unidos ya acusó recibo del pedido paraguayo y que incluso designó a un abogado litigante para que analice si corresponde que ese país envíe al Paraguay los detalles del acto de corrupción que supuestamente cometieron Velázquez y Duarte.
El expresidente y el actual vicepresidente de nuestro país se declararon inocentes y se pusieron a disposición de los investigadores, luego de estas escandalosas designaciones.