La Consejería Municipal por los Derechos del Niño, la Niña y el Adolescente (Codeni) intervino tras una denuncia radicada por familiares de las dos primas adolescentes que presuntamente eran mantenidas en contra de su voluntad en un inquilinato ubicado en Pedro Juan Caballero y donde eran obligadas a prostituirse.
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Las menores fueron llevadas a su comunidad. Allí estaban recibiendo malos tratos por parte de los miembros de la comunidad indígena como castigo por no respetar las buenas costumbres.
“Constatamos que una de ellas, la de 12 años, estaba recibiendo malos tratos por propios familiares y otros miembros de la comunidad”, dijo la defensora de la Niñez y la Adolescencia, abogada Roselí Echeguren.
Explicó que como castigo le cortaron el pelo y tiene rastros de golpes y que eran como parte de un ritual que supuestamente le serviría para sentir vergüenza por haber salido de la comunidad y prostituirse.
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Si bien la defensoría no intervino en el rescate anterior, probablemente las menores fueron víctimas y no correspondería una sanción. Solo que las comunidades nativas tienen sus propias costumbres por lo que el caso está en manos de peritos indígenas para ver los pasos a seguir.
De momento, la adolescente está recibiendo contención psicológica a la espera de un dictamen.