Según las evidencias recolectadas por los investigadores, toda la carne de los animales robados estaba siendo comercializada en el negocio de los padres del ahora prófugo de la justicia, conocido como “Covián Comercial”, ubicado en el centro urbano de San Estanislao. En este lugar eran depositados los productos traídos preferentemente de las colonias de los diferentes municipios para su posterior venta.
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Esta misma persona presumiblemente fue la encargada de enviar un mensaje de amenaza de muerte al fiscal Florencio Pereira, interviniente, a través de otros funcionarios tras ser descubierto mediante la filmación de una cámara de circuito cerrado trasladando el producto cárnico en su camioneta, producto del robo de tres animales ocurrido en la zona de Guayaibí.
En la ocasión, Vera Villalba habría ofrecido “plata o plomo” al agente del Ministerio Público que tiene a su cargo la investigación de todos los casos de robos de animales. Este grave caso de amedrentamiento fue comunicado a la fiscalía general por el propio agente afectado por la amenaza.
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Nuevos casos
El responsable de la Unidad Antiabigeato dijo que, tras la recolección de varias pruebas relacionadas a otros robos ocurridos en los distritos de Choré y Liberación, se pudo constatar que Carlos Miguel Vera manejaba todas las operaciones de robo de animales; es decir, era el líder de una banda de cuatreros que operaba en el norte del país.
Aparte de Carlos Miguel Vera Villalba, también están procesados en carácter de cómplices: Silvino Vargas Colmán, Ignacio Franco Garay y Ovidio Javier González. Todas estas personas se encuentran prófugas y con cuatro órdenes de captura.