Un smokey eyes que resalta la mirada, creado con los pigmentos de Urban Decay, y los labios carnosos prometidos por los cosméticos de Kylie Jenner son algunos de los artículos de belleza que se han vuelto el “must have” de todo aquel que se considere un amante del maquillaje. No obstante, los precios elevados de estos exclusivos productos llevan a muchas personas a comprar imitaciones que tienen un menor costo.
Pocas veces reflexionamos sobre el hecho de que, tal vez, detrás de una vibrante sombra de ojos, un colorido labial o un iluminador lleno de destellos pueden ocultarse sustancias nocivas para la salud. Los precios elevados, sumados a las ansias de los internautas por estar a la moda y seguir los pasos de los influencers, fertilizan una fructífera y oscura industria de maquillajes falsificados.
El debate acerca de los cosméticos de imitación se reavivó entre los gurús del maquillaje, luego del lanzamiento en Netflix de la serie documental “Sociedad de consumo”. En uno de los capítulos del material audiovisual, autoridades estadounideses que luchan contra el comercio de estos productos falsificados relatan sus testimonios. Igualmente, personas que han sufrido secuelas físicas por usar cosméticos falsos cuentan sus vivencias y profesionales médicos advierten los peligros maquillarse con estos artículos de belleza.
La mayoría de los cosméticos de imitación, que recorren el mundo y llegan a nuestro país, vienen de la lejana China, según informes del FBI. Asimismo, "los maquillajes falsos pueden contener sustancias como arsénico, berilio y cadmio que son carcinógenos conocidos, junto con altos niveles de aluminio y cantidades peligrosas de bacterias", señalan reportes de las autoridades estadounidenses.
El año pasado, luego de una incautación de cosméticos falsificados por un valor de $700.000, el capitán Marc Reina, de la división central del Departamento de la Policía de Los Ángeles, comunicó a través de su cuenta oficial de Twitter que los productos contenían bacterías y rastros de materia fecal. El uniformado finalizó el mensaje con la frase “el mejor precio no siempre es el mejor trato”.
A nivel local, imitaciones de marcas de maquillaje se venden a través de Internet o se exhiben en tiendas físicas sin niguna regulación, a precios muy accesibles; en muchos casos, los comerciantes aclaran a sus clientes que estos productos no son originales. No obstante, siempre es recomendable adquirir maquillajes de tiendas oficiales o sitios web verificados, pues estos cosméticos llevan el sello de garantía de haber pasado por pruebas de calidad y, por lo tanto, no son nocivos para la salud.
Si no tenés la posibilidad de comprar los productos lujosos que tanto publicitan los influencers, es mejor que adquieras artículos de belleza de marcas menos costosas. Igualmente, siempre que compres un labial o sombra de ojos de alguna tienda, verificá que las tipografías y el diseño del empaque, además de la calidad del cosmético, concuerden con lo publicitado por la marca, pues los maquillajes falsificados suelen tener pequeñas variaciones, ya que los fabricantes no siempre tienen acceso a componentes de la mejor calidad. Acordate que lo barato, casi siempre, termina costando bastante caro.
Por Agustina Vallena (19 años)