Cuando las 24 horas del día se convierten solamente en 12, pareciera que todo pasa en un abrir y cerrar de ojos, pues la rutina repetida hace que cada jornada parezca la misma. Así también, ante el estrés laboral o universitario, las terapias artísticas pueden pasar su pincelada de colores a nuestros ratos de ocio para despejar la mente de los tantos problemas que nos impiden estar al 100 en todo lugar.
Las hojas, las brochas y las témperas forman parte de la receta que insta a trazar líneas, garabatos o cualquier objeto plasmado por el papel, a fin de aplicar la pintura como medio de exteriorización de ciertos traumas o bloqueos. Además, no es necesario perfeccionar cada detalle al momento de deslizar los pinceles ya que, bajo la excusa de que tus obras son abstractas o surrealistas, podés pintar lo que tu mente imagina.
Según la Organización Mundial de la Salud, la arteterapia es considerada una forma que mantiene la salud psicológica para quienes la practiquen, ya sea de manera individual o acudiendo a un psicoterapeuta. Del mismo modo, los niños, jóvenes y adultos pueden adentrarse a cualquier modalidad artística como la danza, el teatro, la música o la pintura sin la necesidad de ser un artista profesional.
Si bien nuestro país aún no cuenta con instituciones que den énfasis a las disciplinas artísticas saludables, existen talleres de arte terapéuticos para niños y jóvenes. Por otra parte, nuestras casas pueden tornarse en un sitio para poner en marcha un horario especial para el arte.
Un elemento de la arteterapia que también combate el estrés es el ritmo de la música, ya que simplemente reproduciendo tu hit favorito desde tu playlist o siguiendo pasos de coreografías desde YouTube, la musicoterapia hace su trabajo en vos.
Sí, las parciales de la facu y el trabajo mañanero son actividades pesadas y difíciles de sobrellevar. Sin embargo, un touch de arte en el tiempo libre, tal vez, equilibre y desenrede el nudo mental que nos impide estar al 100.
Por Ezequiel Alegre (18 años)