Este fin de semana lo pasa en Paraguay porque el próximo es posible que esté entre Panamá y Suiza, de acuerdo con el permiso solicitado al Congreso.
Ya no son los asiduos viajes al extranjero solamente, o las cifras millonarias del presupuesto público con las que está financiando el estilo Santitour de vivir, lo que más duele es lo absolutamente descolgado que vive de la realidad del país.
Hablemos solamente de la semana que pasó. Un hombre agonizó y murió frente a su aterrada esposa y dos enfermeras en las puertas del hospital de General Aquino, es que no había médico de guardia ni chofer de ambulancia. El padre de familia trató de salvarse; ayudó a vestirse, él mismo encendió la moto que su esposa manejó llevándolo detrás, atajado de un brazo para no caerse. Agonizó durante 25 minutos hasta que apareció un chofer de ambulancia. En el siguiente hospital nada pudieron hacer por reanimarlo, estaba muerto. El hospital de General Aquino, dijo la viuda, es una seccional colorada más.
En esta misma semana el Defensor del Pueblo denunció que en el Hospital de Coronel Oviedo hay un solo anestesista, un solo pediatra que debe atender 30 niños por las mañanas, 30 por la tarde; hay un solo traumatólogo y un solo clínico para adultos mayores además de críticos faltantes de medicamentos.
Para el viernes de mañana, mientras Santitour hacía turismo interno en helicóptero y por Cordillera, el 100% de los pacientes que esperaban en el hospital de Caacupé denunciaron que se estaba limpiando el lugar porque iría de visita el Presidente y que faltaban medicamentos del cuadro básico. Para la noche del viernes confirmaban a nuestro diario que SEME no tiene ambulancias con aire acondicionado para trasladar pacientes de terapia intensiva. Macabro.
Santitour está viviendo en una nube de pedos, descolgado de la realidad del pueblo que le paga sus excentricidades con presupuestos a su servicio que ha duplicado. Las declaraciones del senador cartista Gustavo Leite, en las últimas semanas, son irrebatibles: el Presidente está descolgado de la realidad, viajando, mientras la gente tiene vacíos los bolsillos o la golpean con aumentazos. Ignoro si Leite se trae algo entre manos, más aún, si le dejarán seguir criticando: el cartismo no se caracteriza por los debates internos… a no ser que el disenso esté siendo dirigido por el mismísimo Patrón.