La Corte Suprema de Justicia, el Jurado de Enjuiciamiento de Magistrados y el Consejo de la Magistratura tienen muchísima incidencia en el esquema judicial, por ende la administración de estos órganos son muy relevantes para los poderes fácticos.
Así las cosas, la Corte Suprema de Justicia, a partir de febrero será presidida nuevamente por el ministro César Diesel Junghanns y tendrá como vices a sus colegas Carolina Llanes y César Garay Zuccolillo, salvo cambios de último momento.
Los tres ministros, a su vez presidirán las salas Constitucional, Penal y Civil del máximo tribunal, respectivamente.
No es un secreto que Diesel es afín al movimiento oficialista que es Honor Colorado, pero con el agregado de que tiene mucha cintura para estar bien con los diversos sectores políticos.
De hecho, Diesel había llegado a la Corte, con el fuerte respaldo del entonces vicepresidente de la República Hugo Velázquez, líder del movimiento Fuerza Republicana.
En esencia, es el oficialismo del Partido Colorado el que cuenta también con mayoría en la Corte para manejar el Consejo de Superintendencia integrado por la presidencia y vicepresidencias.
En el Jurado de Enjuiciamiento de Magistrados la presidencia está disputada, pero hay un hecho coincidente entre los colorados y sobre todo los oficialistas: los parlamentarios quieren recuperar la presidencia que, hoy en día está en manos del Poder Ejecutivo, a cargo de Alicia Pucheta, quien no puede ser reelecta.
Los más interesados en ser presidentes son los diputados Orlando Arévalo (quien ya ocupo ese cargo) y Alejandro Aguilera. Pero no se puede descartar al senador Derlis Maidana, quien al igual que los otros dos, responde al cartismo.
Lo que queda claro es que el Congreso utilizará sus cuatro votos (el senador Mario Varela es el cuarto representante) para forzar una mayoría y recuperar la presidencia, pese a los pésimos antecedentes de los representantes parlamentarios que ocuparon ese cargo como Óscar González Daher (+) y Hernán Rivas.
Al igual que en la Corte, en febrero se realizará la elección de la mesa directiva.
Mientras, en donde se respira aires de tranquilidad es en el Consejo de la Magistratura, que de hecho recién en Julio tendrá sus elecciones.
Como en este órgano extrapoder se puede reelegir al presidente, no es apresurado señalar que Gerardo Bobadilla que llegó de la mano de Honor Colorado a la presidencia, será reelecto.
A partir de lo señalado se emiten señales claras de cuál es el sector político que tiene mucha incidencia en la Justicia.
La Corte es nada menos que la cabeza del Poder Judicial, el Consejo de la Magistratura es el ámbito que permite pugnar por el acceso a la justicia, a través de la conformación de ternas, y el Jurado es el lugar donde pueden decidir por votos , el destino de los magistrados.
El mensaje llega a los jueces y fiscales que deberán elegir entre la independencia o someterse a los poderes fácticos.
Para hacer frente a una coyuntura política, la mejor fórmula para mantener la independencia es la de trabajar con eficiencia y honestidad. El magistrado elige si sobresale por su formación o por responder a un cupo político, sin el cual jamás hubiera llegado al cargo.