Datos publicados en la página oficial del ministerio de economía de la Argentina (ver: https://www.argentina.gob.ar/noticias/en-2023-el-puente-posadas-encarnacion-registro-el-mayor-transito-de-personas) dan cuenta que el año pasado ingresaron a dicho país a través del puente San Roque nada menos que 4.566.212 personas, 23.968 vehículos de pasajeros y 2.097.786 vehículos particulares.
El paso fronterizo Encarnación-Posadas ocupó el primer lugar en el ingreso de pasajeros que entraron a Argentina. En segundo lugar el paso a través del puente “Tancredo Neves”, que une las ciudades de Foz de Yguazú (Brasil) y Puerto Yguazú (Argentina), donde se registró el equipaje de unas 3.426.390 personas, 90.315 vehículos de pasajeros y 791.894 vehículos particulares. En un modesto tercer lugar se ubicó el aeropuerto internacional de Ezeiza, en el Gran Buenos Aires, donde se registró el ingreso de 2.759.727 pasajeros.
El flujo de pasajeros se da durante todo el año, pero con algunos “picos” de intensidad durante la temporada veraniega, las fiestas de fin de año, y Semana Santa.
Hace tres años, y en ello tuvo mucho que ver una iniciativa impulsada por un concejal municipal encarnaceno, Andrés Morel, se iniciaron unas tareas para la construcción de una nueva vía de salida y entrada al puente internacional.
La iniciativa entonces apuntaba a dar respuesta a una catastrófica situación provocada por el tráfico hormiga de combustibles desde Posadas. Hoy no se repite ese escenario. Dejó de ser negocio traer combustibles para su venta en el mercado informal. Pero con la llegada de la temporada estival empieza a tomar intensidad el flujo, y nosotros estamos como hace tres años todavía.
Los extranjeros siguen con el engorroso procedimiento de bajar de sus vehículos, o del transporte de pasajeros, para hacer el trámite migratorio en ventanilla. Este paso es un cuello de botella para una ciudad que se promociona como atractivo para las compras y el turismo.
Es hora de que las autoridades nacionales, que aquellos que cortan el bacalao, hagan algo más que hablar de proyectos, y actúen con mayor diligencia. El estratégico lugar que ocupa Encarnación en el contexto regional amerita una mirada que vaya más allá de Calle Última. Esperamos acciones concretas para aprovechar ese potencial en beneficio del departamento y del país.