Cuando los ciudadanos se involucran activamente en la formulación, implementación y monitoreo de políticas, se garantiza que las decisiones tomadas respondan a los intereses de la comunidad, lo que refuerza la legitimidad de las acciones gubernamentales.
El caso de Hernandarias, en el que la población se movilizó para exigir la reparación de los alumbrados públicos en la ruta PY07, ilustra claramente el poder y la efectividad de la participación ciudadana.
La ciudad, conocida como la “capital de la energía eléctrica” por albergar dos importantes hidroeléctricas, se encontraba paradójicamente a oscuras en su principal carretera.
Ante la falta de respuesta de la Administración Nacional de Electricidad (ANDE), los ciudadanos realizaron una protesta simbólica con velas y antorchas, generando presión pública para que se tomen medidas concretas.
Esta acción ciudadana logró que la ANDE comenzara la reparación de los alumbrados, evidenciando que la organización y movilización social pueden incidir de manera significativa en la agenda pública.
La capacidad de la ciudadanía para exigir el cumplimiento de los derechos y la mejora de los servicios públicos es crucial en sociedades democráticas, ya que fomenta la transparencia y combate la inacción o negligencia de las autoridades.
En el contexto de Hernandarias, los pobladores no solo reclamaban mejores condiciones de iluminación por seguridad, sino también justicia y coherencia, considerando que su ciudad contribuye enormemente al suministro de energía eléctrica del país.
Además, la amenaza de movilización con antorchas y velas tuvo un fuerte componente simbólico, al poner de manifiesto la contradicción de vivir en una ciudad que produce energía eléctrica, pero cuyos habitantes viven a oscuras.
La participación ciudadana es clave para fortalecer las políticas públicas, ya que obliga a las autoridades a actuar de manera más eficiente y a dar respuesta a las demandas sociales. La ciudadanía no solo debe ser vista como beneficiaria de las políticas públicas, sino como un agente activo capaz de influir y transformar la realidad en la que vive.