En el departamento de San Pedro, desde este año, fueron incluidos 3 distritos de los 90 municipios a nivel nacional, que son las localidades de Yrybucuá, Capiibary y Santa Rosa del Aguaray. En estas 3 ciudades juntas, están registradas 201 escuelas y 21.308 alumnos que ya comenzaron a recibir la asistencia alimentaria en el inicio de la implementación de este proyecto.
Los problemas más evidentes que necesitan de una urgente solución tienen que ver con la falta de comedores, depósitos para almacenar los productos y cocinas, que la mayoría de los locales educativos no dispone, además de otras comodidades básicas para poder resguardar los alimentos perecederos, como carne, verduras, frutas y lácteos, principalmente en los lugares donde existen muchos alumnos.
También hace falta contratar personas que se encarguen de preparar y servir los alimentos en las sedes educativas que, hasta el momento, son insuficientes para que se pueda cumplir adecuadamente con la tarea, según dijeron los directores de las escuelas.
Esto probablemente no significa que el Gobierno Nacional y las otras instituciones involucradas en esto no estén interesadas en que el programa tenga el éxito deseado; sin embargo, hay que tener en cuenta que para el próximo año se estima que unos 60 mil estudiantes más del departamento se estarían integrando a este plan alimentario, por lo que se va a necesitar mejorar indefectiblemente el procedimiento implementado en esta primera etapa.
Una de las posibles acciones que podrían servir como herramienta de solución a las falencias evidenciadas en el inicio del programa Hambre Cero en San Pedro podría ser que municipalidades se involucren con la Gobernación en el acompañamiento de esta tarea, además de la Dirección de Educación, las supervisiones de áreas y los padres de familia.
De lo contrario, la millonaria inversión destinada para este proyecto por parte del Gobierno Nacional corre el riesgo de convertirse en un tremendo fracaso de las autoridades actuales si no se toman las acciones necesarias para que el programa tenga el resultado esperado por la gente, y en especial de las comunidades educativas.