Más de 400 jóvenes músicos de Itapúa, Misiones, Paraguarí y Caazapá se encuentran instalados en San Pedro del Paraná desde el viernes, donde desde ayer hasta hoy domingo, rinden tributo al músico en su propia tierra, interpretando algunas de sus más conocidas y populares canciones, tal vez ajenos a los avatares históricos y políticos ocurridos hace más de medio siglo, y que lo obligaron a abandonar su país para siempre.
Resuenan “San Pedro del Paraná”, “Amangy Jave”, “Che Jazmín”, “Hekovia Techaga’u”, “Ñemboki”, “Bailemos Polca” y “Voy cantando”.
Para hoy está programado el “Desfile de los Pueblos”, que se desarrollará por calles del casco antiguo, en horas de la tarde.
Acertada decisión la de los organizadores e impulsores de esta grandiosa misión de llevar a todos los rincones del país el ideal de promover valores y buenas prácticas ciudadanas a través de la música, bajo la batuta del maestro Luis Szarán. Fomentando espacios de formación de niños y jóvenes en el arte de la música. Ideal que, de seguro, están emparentados con los que impulsaron muchos compatriotas que fueron víctimas del autoritarismo y la intolerancia a las ideas que no sean las impuestas desde el poder totalitario.
En momentos en que el absolutismo pareciera revolotear muy vigorosamente en la sociedad en general, y en la política en particular, se puede leer como un profundo mensaje de resistencia ciudadana al hecho de llevar un espectáculo artístico y cultural de una envergadura de propósito tan profundamente humanista a una ciudad que en su momento adquirió fama como sitio emblemático de resistencia al autoritarismo y el abuso de poder. Por el solo hecho de ser lugar de nacimiento del carismático Epifanio.
Por otra parte, la presencia de los más de 400 jóvenes músicos seguramente también traerá –al menos por un par de días– un viento de esperanza y alegría a esta antigua ciudad de aire colonial que, de un tiempo a esta parte, está entrampada en una espiral de violencia, inseguridad y miedo, consecuencia del accionar de grupos vinculados al imbatible y lucrativo negocio del narcotráfico. Una realidad que está bien lejos de hacer honor a la memoria de su ilustre hijo.