Calles intransitables

Las recientes lluvias han dejado al descubierto una realidad cruda e innegable en la ciudad de Luque: mientras algunas zonas disfrutan de un desarrollo constante y calles en mejores condiciones, otras áreas han quedado relegadas al olvido, con caminos intransitables. Es un contraste tan marcado como el que existe entre el día y la noche, una dicotomía que desafía los principios de igualdad y justicia que deberían regir en una ciudad próspera.

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Cuando las aguas se suceden en esas calles abandonadas como son en algunas zonas de Yka’a, Cañada Garay, Isla Bogado, Ykua karanda’y e Itapuami y otros más, los residentes se enfrentan a las penurias de transitar por esas vías, ya sea en vehículo o a pie. Algunos han esperado durante décadas, 30 o 40 años, para tener por lo menos un empedrado; sin embargo, siguen en la misma situación. Cada vez que el cielo se abre, estas zonas se convierten en verdaderos pantanos, haciendo que la vida cotidiana sea una lucha constante. Los vecinos deben lidiar con el lodo, los charcos y el riesgo de inundaciones, poniendo en peligro su seguridad.

Ante esta realidad, los residentes de las zonas más desfavorecidas se sienten olvidados y excluidos del progreso que experimenta su propia ciudad. Cada vez que llueve, su desesperación crece al ver cómo sus calles se convierten en lodazales intransitables, mientras otras áreas disfrutan de comodidades y accesibilidad. Esta desigualdad no solo afecta su calidad de vida, sino que también socava la cohesión social y la confianza en las autoridades locales.

El desafío de las calles en buen estado es incluso para las zonas céntricas por los baches existentes en la capa asfáltica.

El centro de la ciudad tampoco se escapa de los caminos en mal estado. En las principales arterias del casco urbano, como las avenidas Humaitá, Sportivo Luqueño y Gral Aquino, los conductores deben realizar verdaderas acrobacias al volante para esquivar los cráteres que se abren en el pavimento. Son baches tan profundos que fácilmente podrían dañar las suspensiones de los vehículos o causar la pérdida de control al volante.

Las autoridades municipales deben tomar medidas urgentes para abordar esta situación y garantizar un desarrollo equilibrado en toda la ciudad. Es fundamental asignar recursos y priorizar la pavimentación y el mantenimiento de las calles en las zonas más afectadas.

Solo a través de una inversión equitativa y un enfoque inclusivo se podrá superar esta brecha y brindar a todos los ciudadanos de Luque un entorno seguro y digno en igualdad de condiciones.

jazmin.jara@abc.com.py

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