Los pobladores, increíblemente, piden ser desconectados de la red eléctrica que llega al distrito, proveniente de las centrales hidroeléctricas, y que sean nuevamente conectados a motores generadores movidos a combustibles, tal como tenían hace algunos años.
¿Cómo puede entenderse que estas personas realicen tal petición que hasta se puede considerar un retroceso al desarrollo? Sin embargo, viendo la triste realidad que a diario soportan con el actual servicio que presta la ANDE, recién entonces se podrá comprender que tiene lógica este pedido.
Sucede que están conectados a una línea de 350 kilómetros, que pasa por varias poblaciones antes de llegar a Bahía Negra y, de forma inexplicable, la ANDE no cuenta con una subestación a lo largo de este recorrido; de hecho, en todo el Alto Paraguay no existe una subestática.
Son numerosas las familias, no solo de Bahía Negra, sino de todo el departamento, quienes desde hace años vienen denunciando la pérdida de electrodomésticos a consecuencia del pésimo servicio que brinda la ANDE en la zona. Varias de estas personas tuvieron que realizar grandes sacrificios para ahorrar y poder comprar estos elementos, pero por un mal servicio del Estado lo pierden en segundos, sin que nadie se encargue de reponerlos.
Por otro lado, vemos el esfuerzo que realiza el personal de la ANDE, para dar alguna solución en medio de una pobreza franciscana, pero la cuestión es que se necesita de parte del Gobierno central una mayor inversión, como ser la urgente construcción de la subestación.
A diario escuchamos a nuestros gobernantes decir la frase apostar por el desarrollo del Chaco, sin embargo, la realidad de pobladores sufriendo precisamente por la desidia de las autoridades demuestra todo lo contrario. Se necesita de voluntad política para frenar los perjuicios que la ANDE ocasiona a los humildes pobladores chaqueños.
Los pobladores de Bahía Negra, a 900 kilómetros al norte de Asunción, también quieren estar mejor.