Europeos altaneros

Los señores de la Unión Europea en nuestro Paraguay actúan cada vez más ensoberbecidos pontificando sobre nuestros asuntos porque tienen la complicidad de cipayos paraguayos que cobran dinero de las empresas/sucursales del Foro Económico Mundial (autodenominadas “organizaciones no gubernamentales”, ONG, o “sociedad civil”) o de oligopolios enchufados a aquella Unión.

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Para los que no sepan lo que significa: “cipayo. Quizá del port. sipay, y este del persa sepāhi ‘soldado’. 1. m. Soldado indio de los siglos XVIII y XIX al servicio de Francia, Portugal y Gran Bretaña. 2. m. despect. Secuaz a sueldo”.

La prepotencia de las intervenciones locales de los señores de la Unión Europea no deja de subir de tono y el alcance las mismas no deja de expandirse y nuestra comunidad política parece paralizada ante este avance desembozado y grosero del colonialismo.

Por si alguien lo olvidó: “colonialismo. De colonial e -ismo. 1. m. Régimen político y económico en el que un Estado controla y explota un territorio ajeno al suyo”.

Pues hacia un régimen político y económico en el que la Unión Europea controla y explota el territorio paraguayo es hacia donde nos llevan esos embajadores con la complicidad de esos cipayos.

Pretenden que nuestra República firme acuerdos para que se conviertan en ley por aprobación de nuestro Congreso, que internalizarán en nuestro orden legal la potestad de la Comisión Europea de legislar para nuestro territorio y para nuestro sistema productivo.

Entre paréntesis, una delegación de poder legislativo expresa y absolutamente prohibida por el Artículo 3 de nuestra Constitución.

Eso es lo que claramente, y con todas las letras, establece el artículo 34 de la resolución 1115 de la Unión Europea, que REDIEX y CAPPRO tuvieron el descaro de defender ante el presidente de la República, a quien le pidieron que impulse en nuestro Congreso la aceptación de dicho diktat colonial y que se convierta, al hacerlo, en un traidor a la Patria.

Quieren reducirnos de nuevo a colonia para poder seguir cobrando, los de CAPPRO en complicidad con REDIEX, los aproximadamente dos mil quinientos millones de dólares en soja paraguaya que le venden a los aceiteros argentinos que buscan, con el mismo nivel de entreguismo que nuestros cipayos, mantener su mercado europeo.

Por dos mil quinientos millones de dólares para cinco o seis empresas, destruir la independencia, la soberanía y la libertad de los más de seis millones de paraguayos. Para que un puñado de ricos sean cada vez más ricos, condenar al empobrecimiento y a la dependencia a toda la población.

Los cipayos paraguayos son los que abrieron la puerta para la altanería con la que los señores de la Unión Europea nos hablan, como si fueran ya nuevos Bernardos Velascos impartiendo sobre nuestro país las órdenes de los reyes de España.

No logro entender, por lo expuesto, cómo puede el presidente de nuestra República mantener en el gobierno a gente que no trabaja para nuestro Paraguay sino para intereses que necesitan complacer a la Unión Europea.

evp@abc.com.py

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