Itaipú: balance de un año clave

Otro año se termina sin conocerse la estrategia paraguaya para Itaipú. Es importante recordar que no es otra fecha más, sino el paso de un año donde Itaipú celebró sus bodas de oro, y tras el cual quedó habilitada oficialmente la posibilidad de revisar las bases del Anexo C.

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Con ello, se habilitó también la oportunidad histórica de ir a fondo y revisar las bases de todo el Tratado, con miras a construir un nuevo esquema de manejo de la entidad que coloque la riqueza de Itaipú a favor de un proyecto de desarrollo soberano e integral para el país.

Ante esta oportunidad histórica, el gobierno anterior nos decepcionó. Tuvo en sus manos la oportunidad de construir una estrategia nacional para Itaipú, de tal forma a llegar preparados como país a las negociaciones con el Brasil, con una posición fuerte respecto a la defensa de los intereses nacionales. En su lugar, la ausencia de dicha estrategia resultó en la pérdida de posiciones favorables para el país.

Con la llegada del 2023, estábamos expectantes por finalmente conocer y debatir sobre los planes concretos de Paraguay para las negociaciones y para el futuro de la entidad. Sin embargo, el nuevo gobierno nos sigue decepcionando. Ha demostrado con hechos concretos sigue en la misma senda del gobierno anterior: mantener los temas claves aislados, fuera de una estrategia integral, haciendo que la agenda en Itaipú permanezca poco clara y oculta, mientras en la práctica se avanzan en acuerdos concretos que solo se dan a conocer una vez consumados los hechos.

Esto queda evidente en hechos como los diversos acuerdos han sido promovidos por las autoridades para fomentar el uso local de la energía – acuerdos entre la ANDE y empresas extranjeras del sector electro intensivo, por ejemplo. Estos acuerdos fueron avanzando al margen del proceso de las negociaciones en el marco de la revisión del Anexo C. De hecho, recién en octubre de este año se anunció el inicio oficial de las negociaciones. Vale recordar que en menos de una semana dicho evento fue cancelado sin una explicación pública adecuada.

También es evidente en todas las declaraciones públicas que las autoridades han hecho sobre Itaipú, las cuales son siempre genéricas, sin detalles concretos. En esta misma línea, el gobierno actual comunicó en septiembre del corriente la conformación del nuevo Equipo Negociador, sin especificar lo que este equipo iría negociar o defender.

Así llegamos a diciembre, momento en el que Itaipú vuelve a instalarse en la agenda pública por motivo de la definición de la tarifa y del presupuesto anual de la entidad para el 2024. Este tema acapara el debate público, convirtiéndose en una cortina de humo que favorece el silencio y falta de claridad por parte de las autoridades con relación a los planes para Itaipú.

Mientras se coloca énfasis en el valor de la tarifa como punto central de las negociaciones, otros temas claves quedan de lado, como las condiciones de uso y comercialización de la energía que corresponde a Paraguay, la revisión de los mecanismos de ingresos de fondos a los Estados a través de Itaipú – como los royalties y en el caso de Paraguay, el ingreso por compensación – la investigación del caso de la deuda espuria, entre otros. Ciertamente el tema de la tarifa es un aspecto importante, pero no es lo único.

Al cierre de este 2023, si bien no tenemos claridad de parte del gobierno, la certeza que si tenemos es que debemos mantener una mirada amplia sobre Itaipú como recurso clave para el desarrollo. Para ello, la revisión debe ser exhaustiva, contemplando aspectos a negociarse con Brasil, y también al interno del país. En concreto, hablamos de ir más allá de una simple búsqueda por “subir la tarifa” y:

Defender el derecho a gestionar y comercializar nuestra energía a precios de mercado;

Exigir la recuperación de los fondos perdidos por deudas cuestionables;

Exigir el uso transparente y optimizado de los fondos que se generan en el seno de la entidad y son repasado al Estado;

Promover la gestión de la entidad desde el Estado paraguayo, integrando el presupuesto de Itaipu al Presupuesto General de Gastos de la Nación – incluyendo las inversiones en proyectos sociales y ambientales – para asegurar el uso eficiente, justo y transparente de dichos recursos.

El cierre del 2023 nos recuerda que la oportunidad histórica sigue vigente y que es hora de exigir una fórmula ganadora.

*Magister en Relaciones Internacionales. Especialista en proyectos sociales. Investigadora. Integrante de la Campaña Itaipu ñane mba’e / @itaipubanembae

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