El empleo de este tipo de insecticidas no es nuevo, sostiene el autor de la investigación, Ing. Agrop. Alexsis Prieto. En el mercado, existen de estos productos para su comercialización, pero por desconocimiento, falta de mayor difusión, o tal vez la inercia misma en la práctica rutinaria, hace que no se recurran a métodos que podrían resultar innovadores.
Entre las ventajas observadas en el empleo de estos productos –sostiene el profesional– una de las más importantes es el ahorro en tiempo y dinero, pues por las características del material, hace que el tiempo de acción en la planta sea más prolongado, y en consecuencia el efecto es a más largo plazo, permitiendo atacar a las plagas en diversas fases de su desarrollo.
El mayor tiempo de acción en la planta disminuye la cantidad de aplicación, con lo cual ya se tiene un ahorro de dinero en la cantidad de aplicaciones, y un ahorro de trabajo horas-hombre en las tareas de fumigación.
La condición de producto orgánico del insecticida, que se elabora a base de un hongo, permite otra ventaja interesante, que es evitar una posible presencia de rastros químicos que pudieron dejar los insecticidas tradicionales en el producto que finalmente irá al consumo humano.
La yerba mate es un rubro íntimamente ligado a la vida nacional. Heredado de la sabiduría de nuestros ancestros guaraníes, es parte indivisible de nuestra historia, de nuestra cultura, de nuestra gastronomía, en suma, de nuestra identidad como nación.
El cultivo e industrialización de la yerba mate tiene un gran impacto en la economía nacional. Es un motor dinamizador tanto para el pequeño productor agrícola con una o dos hectáreas, que en muchos casos es su único cultivo de renta, como para las grandes empresas industrializadoras y agroexportadoras.
La investigación de referencia puede ser de gran contribución para el mejoramiento de la calidad de la yerba mate, y eficientizar el trabajo de agricultores, en particular de ese pequeño productor quien por lo general es el más frágil y relegado de esa gran cadena de oportunidades que genera el “oro verde” paraguayo.