La relación de los padres era de distanciamiento formal, debido al maltrato verbal y físico del padre hacia ella. La madre mantuvo esta relación, por miedo, pero también por convicción, ella decía: “la familia es lo primero, aunque él sea un asesino”. Tamara a los 14 años, relata a la madre, que había sido abusada por el padre desde niña.
Tamara menciona lo malo del padre, su respiración, su voz, sus caricias, sus amenazas. Recuerda que, si ella se arreglaba o se pintaba las uñas, el padre le decía: “sos una puta estás buscando hombre” o “a las niñas malas esto es lo que le espera” y le mostraba su pistola…
Nos cuenta el psiquiatra Charles Rodas en su libro “El deseo de no vivir” y dice que Tamara daba señales de que estaba sufriendo, repitiendo frecuentemente “no me gusta vivir acá”, “quiero vivir en cualquier lugar menos en este”. Cuando se bañaba se cortaba con cierta frecuencia las muñecas y luego se vendaba, pero nadie notaba la señal. El psiquiatra comentó que se destaca el incremento de muertes por suicidio en menores de 17 años que afecta principalmente a mujeres.
El libro cuenta varias otras historias dolorosas, en las que fácilmente podemos identificarnos con el dolor y sufrimiento de las niñas, niños y adolescentes de este país, donde la violencia física, verbal y sexual no tiene límites. La violencia es el día a día de muchos niños, niñas y adolescentes y cuando llegan a la mínima edad de los 18 años, el vivir se vuelve tormentoso. ¿Cómo superar haber vivido toda tu niñez y adolescencia en un hogar violento?
Según datos del Ministerio Público solo el 3% de los casos denunciados de violencia familiar llegan a juicio. Tardan a veces hasta 4 años. El 147 Fono Ayuda del Ministerio de la Niñez informó que cerró el mes de julio con 1.119 llamadas sobre violencia de todo tipo hacia niñas, niños y adolescentes. Al menos 80 llamadas fueron sobre casos de abuso sexual, 21 casos de explotación sexual, 384 llamadas por maltrato y otras por violación del deber del cuidado, que tuvo 298 llamadas.
Cada vez más este problemas social y cultural están llevando a la muerte, mientras que el Estado y sus instituciones en vez de invertir en proyectos sociales y proteger a la niñez y adolescencia recortan presupuesto y no les interesa el sufrimiento de la gran mayoría de la población, la pobreza y la falta de oportunidades se vuelve inalcanzable dejando a su suerte el sobrevivir.
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