Ver “el vaso medio lleno, el vaso medio vacío” nos marca dónde ponemos el foco subjetivo, en un vaso que está por la mitad. A nivel mundial, existen una serie de problemas y desafíos que nos tocan enfrentar, pero asimismo, es importante ver que nunca antes hemos estado mejor.
Hay menos pestes, los libros ya no se escriben a mano ni son sólo para el clero y la realeza, hay menos esclavitud, hay más vacunas, más comunicación, más tecnología. El conocimiento ha crecido de forma exponencial y se ha masificado, y el nivel de riqueza generado en el mundo nunca ha sido más grande.
La rueda de la historia gira, siendo la historia presente, pasado, y, con ello, futuro. El pesimismo y la impotencia nos hacen perder la perspectiva de ese gran espiral ascendente que es la historia, y donde nos seguimos elevando como humanidad, desafío tras desafío, era tras era.
50 años, 7.000.000 de vidas
Desde esa perspectiva, podemos recordar el momento histórico que estamos viviendo, y asumir el desafío que tenemos, con la confianza en la historia y su espiral.
El pueblo paraguayo ha resistido a enormes batallas, creciendo en consciencia, fe, esperanza y valor, con el toque característico de la raza guaraní.
Un nuevo gobierno, una nueva cara, de un viejo proyecto que ya conocemos, no es más que eso. El análisis objetivo de los intereses que están en juego, negocios lícitos e ilícitos, nos permitirá actuar con finura, ante un escenario en movimiento.
La oportunidad histórica que representa Itaipú para dar el salto de calidad hacia el desarrollo, va más allá de lo que sólo el gobierno pueda hacer. Experiencias como la del acta bilateral en 2019 nos muestra que, cuando la ciudadanía entra a la cancha, la historia cambia.
Qué hacer
Por un lado, tenemos la estrategia país que debemos construir. El gobierno saliente cierra sin una estrategia pública en el tema, y el entrante arranca sin ninguna transparencia de qué planteará.
Más energía, más fondos y más soberanía son claves para aprovechar esta oportunidad de los 50 años, y mejorar la vida de las 7.000.000 de paraguayas y paraguayos, y de las generaciones que vendrán.
Es necesario poner el tema en la mesa, debatir, y movilizarnos bajo la tricolor para presionar una estrategia que ponga a Paraguay en el centro.
Una vez que tengamos la estrategia, se darían las negociaciones con Brasil, a definirse en qué instancias propiamente, en torno a lo que se vaya a plantear.
Es necesario acompañar cada paso de las conversaciones, exigir que todo sea público y transparente, y velar desde la ciudadanía por el interés nacional.
Finalmente, con el resultado de la negociación, donde se vislumbra como uno de los puntos posible un aumento en los fondos, es fundamental debatir y decidir a nivel nacional a dónde irán esos fondos.
Es menester que se orienten a áreas claves para el salto del desarrollo, como producción, ciencia y tecnología, educación. Ello requiere de un gran consenso nacional. No podemos permitir que nuevos fondos de la entidad sigan oxigenando la prebenda y la corrupción.
Debate y unidad
Pongamos estos temas sobre la mesa, debatamos y avancemos.
¿Qué estrategia plantea el nuevo gobierno ante Itaipú.
¿Qué podemos ganar?
¿Qué intereses tienen en Brasil? ¿Cuáles en Paraguay?
¿Cómo accionamos desde la ciudadanía? ¿Cómo defendemos el interés nacional?
Construyamos el gran consenso nacional que, con Paraguay en el centro, impulse una propuesta ambiciosa para el desarrollo nacional.
El artículo 2 de nuestra Constitución Nacional nos recuerda que el soberano es el pueblo. Es momento de hacerlo valer.
* Politóloga, docente e investigadora. Especialista en desarrollo. Integrante de la Campaña Itaipu ñane mba´e. @cvuyk. ceciliavuyk@gmail.com