Enredos diplomáticos tocan a Peña

El presidente electo Santiago Peña asume el 15 de agosto con polémicos enredos diplomáticos que tendrá que resolver con su canciller Rubén Ramírez Lezcano.

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Citamos tres conflictos en ciernes, que están tocando la puerta. Al triunfar en las urnas el 30 de abril, Santiago Peña confirmó su intención de mudar la embajada paraguaya en Tel Aviv a Jerusalén (Israel), hecho que causó una tensión diplomática en el 2018, provocado por el enfrentamiento entre el presidente Mario Abdo Benítez y el exmandatario Horacio Cartes, actual presidente del Partido Colorado.

En mayo del 2018, a pocos meses de dejar el poder, el entonces presidente Horacio Cartes, mentor político de Peña, inauguró la sede de la embajada en Jerusalén. En septiembre de 2018, poco después de asumir el cargo, la administración Abdo Benítez revocó esa decisión y argumentó que había sido una medida tomada de forma unilateral.

Abdo Benítez ordenó que se traslade nuevamente la sede diplomática paraguaya de Jerusalén a Tel Aviv, medida que sigue vigente. El Gobierno de Israel respondió rápidamente cerrando su embajada en Asunción y suspendió los programas de cooperación entre ambos países.

Por otra parte, otro roce diplomático será el proyecto de ley que deroga la vigencia de la donación de 38 millones de euros de la Unión Europea (UE) para la educación paraguaya. Esta cooperación fue blanco de una gran controversia en las pasadas elecciones, azuzado por grupos “provida y profamilia” y aprovechada electoralmente por el cartismo.

En su momento, el embajador de la UE, Javier García de Viedma, lamentó las consecuencias que puede generar la derogación la donación para nuestro país.

Santiago Peña también adelantó su voluntad de “restablecer las relaciones” con Venezuela, gobernada con mano de hierro por Nicolás Maduro.

Paraguay rompió relaciones con Venezuela en enero de 2019 por considerar que existió ruptura del orden democrático. El gobierno de Abdo cerró entonces la Embajada en Caracas y pidió el retiro del personal diplomático venezolano de Asunción. En la relación con Venezuela, otro tema pendiente de resolución es la antigua operación, a través de PDVSA, que vendió combustible a Petropar en 2009. Peña se mostró predispuesto a cancelar la deuda de 300 millones de dólares, actualmente en arbitraje en París.

martin.riveros@abc.com.py

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