Menos mal le quedan menos de 30 días de mandato ya que si en cinco años, la cartera no pudo brindar soluciones, construir la tal murallla sería un milagro atendiendo a que en este país ni siquiera pueden arreglarse los techos de las escuelas.
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Pero más allá de la anécdota, no se trata solo de “una muralla física”. La forma de pensar del ministro Luis Castiglioni nos muestra que en Paraguay estamos lejos todavía de consolidar un pensamiento político que asegure el bienestar de los habitantes garantizando los principios fundamentales.
A casi 34 años de la caída del muro de Berlín, que significó un contundente mensaje en pro de la democracia, en Paraguay los políticos siguen pensando y actuando como los más bestiales dictadores que tanto daño han hecho al pensamiento libre en esta parte del continente.
Tal vez Castiglioni quiso hacerse del chistoso diciendo que quiere una “muralla de Trump” con la Argentina. Que desafortunado comentario:
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- Porque se le ve la hilacha totalitaria.
- Porque no ha sabido llevar adelante acciones para el REAL combate al contrabando ni ha atacado el verdadero génesis de este flagelo con el que se sustenta la economía del más del 50% de las familias paraguayas.
- Porque les resulta cómodo el status quo del que los gobernantes, autoridades y “empresarios” se benefician.
- Ante su inutilidad, no encuentra mejor idea que aislar a la ya aislada realidad económica de nuestro país.
Da risa o da pena que la “gran solución” para el titular del MIC sea construir un muro. No nos hacen falta muros, esos ya están construidos en la mentalidad inútil de los gobernantes y sus ministros que no ven más allá de sus narices y bolsillos. Y que cuando sienten las consecuencias de esa inutilidades arremetan con ideas retrógradas que afecten solo al pueblo, porque ellos ya están acomodados en su muralla de pedo rosado. ¡Bravo, Johnny!