Hace dos meses que los productores de bananas no reciben el pago por el envío de sus productos al país vecino. La situación hace que muchas empaquetadoras dejen de operar y cientos de personas queden sin trabajo y sin el pan de cada día.
Por si todo fuera poco, los argentinos no están obteniendo permisos de importación de la banana paraguaya, hecho que pone en peligro miles de plantas y el cierre definitivo de muchas empaquetadoras.
Los bananeros ya solicitaron el uso de la diplomacia para destrabar el problema de los pagos de las bananas vendidas en Argentina y la liberación de la importación, pero tanto el Ministerio de Agricultura como el Ministerio de Relaciones Exteriores no hacen nada para solucionar el inconveniente.
El distrito más afectado es Tembiaporã, que se encuentra al este del departamento de Caaguazú y es conocida como la “capital de la banana”, porque el 80% de su población se dedica al rubro bananero. Tan solo este distrito recibe unos US$ 10 millones de dólares anuales y es la principal de ingresos de la localidad.
A los que están dejando el Gobierno ya no les importa nada y el discurso de que iban a proteger los intereses del país hasta el último día de sus gestiones ya es letra muerta. Por su parte, las autoridades entrantes están pendientes del zoquete que les tocará disputar, mientras que el pueblo sufrido una vez más es abandonado por sus representantes.
Y volvemos a insistir, la gente debe ser exigente con sus autoridades, obligar a proteger y velar los intereses del Paraguay y en la más mínima oportunidad castigar a los corruptos o ineptos que ocupan cargos importantes.