Ejemplos famosos y muy bien estudiados de estas batallas culturales son la conquista del Imperio Romano por los cristianos o la Ilustración, durante la que las ideas liberales conquistaron “occidente”.
Ideas liberales: El estado/nación, la democracia, la libre expresión, la separación del Estado del dogmatismo.
La que presenciamos es la batalla cultural planteada por el Foro Económico Mundial (Foro) para destruir las ideas liberales. Es la ideología globalista. En un acto notablemente perverso, el principal impulsor de esta batalla, George Soros, usa con inigualable y perversa deshonestidad el nombre de una obra cumbre del liberalismo (“La Sociedad Abierta y sus Enemigos”, de Karl Popper) para encubrir a su organización destructora del liberalismo: “Open Society Foundation”.
El Foro no oculta sus planes. Los tiene todos publicados. El que tenga interés puede acceder facilísimamente a ellos. Lo triste es que la “élite” de nuestro país, ese patético grupo de infatuados que supone tener capacidad por haber “estudiado” en alguna universidad anglosajona como si Salamanca prestara lo que natura no da, no lee lo que el Foro publica y decide nuestras políticas públicas sin darse cuenta siquiera de que el Foro está haciendo lo que dice que va a hacer.
El ministerio de Educación (MEC) es un objetivo central del Foro desde hace treinta años. Y desde hace treinta años controlan cada vez más profundamente al MEC con la ignorante complicidad de nuestra “élite”, que, reitero, ni siquiera tiene la delicadeza intelectual de informarse, para repetir como lorita todas y cada una de las gacetillas propagandísticas que el Foro les prepara junto con los cheques.
Porque el Foro paga bien, también hay que decirlo.
Ahora elevaron al presidente electo de la República los nombres de dos insignes globalistas, Luis Fernando Ramírez y Federico Mora, como candidatos a dirigir el MEC, alegando sus “impecables” credenciales técnicas, como si dichas credenciales garantizaran algo.
Esto supone que Santi no sabe en realidad lo que ocurre y que depende de la gente a la que pidió que le eleven nombres que él no sabe lo que representan.
Luis y Federico son soberbios técnicos, ninguna duda. Pero del Foro y para implementar sus planes. El MEC necesita, en cambio, a alguien radicalmente diferente: Una persona con el conocimiento suficiente del desastre del MEC que sea capaz de expulsar de la gobernanza de la educación paraguaya a los agentes del globalismo.
La razón es demasiado simple: Queremos seguir siendo un estado/nación, una democracia con libre expresión y separación del Estado del dogmatismo. Queremos seguir siendo paraguayos cuyo gobierno deriva de la voluntad de los gobernados, que puedan decir lo que quieran sin “cancelaciones y sin dogmas impuestos por la fuerza coercitiva del Estado”.