Todos los días somos testigos de situaciones lamentables, sobre todo en estos días de intenso frío. En varias partes del país, los niños siguen sin aulas, dando clases bajos los árboles, con fogatas, otros van con sus frazadas para soportar la baja temperatura a la que son expuestos al dar clases en los pasillos, o amontonados en pequeñas salas prestadas.
La burocracia y la excesiva centralización han contribuido a la ineficiencia del Fonacide. Los procesos licitatorios son largos y lentos, y la ejecución de las obras por parte de las empresas adjudicadas se retrasa considerablemente. Además, la selección de estas empresas ha sido cuestionada en muchos casos, lo que plantea dudas sobre la idoneidad de los criterios utilizados.
Es fundamental buscar un equilibrio entre agilizar los procedimientos sin comprometer los mecanismos de control. Si es necesario, se deben realizar modificaciones normativas que permitan una mayor eficiencia en la asignación y ejecución de los fondos.
Con la asunción de nuevas autoridades, Alto Paraná tendrá una renovada representación en el Congreso Nacional y se espera que generen proyectos que beneficien al departamento como a todo el país.
Mientras tanto, la situación actual no debe ser pasada por alto y seguir permitiendo el derroche de este recurso. Los intendentes, gobernadores, concejales y comunidades educativas en general deben poner todo su empeño para que los recursos lleguen de manera oportuna a las escuelas y colegios. Las autoridades municipales deben ser las más interesadas en la buena utilización de estos fondos.
Es imperdonable que los niños y adolescentes se vean obligados a enfrentar las inclemencias del tiempo mientras intentan aprender.
La ineficacia en la utilización de los recursos del Fonacide es una situación inaceptable desde cualquier punto de vista. La falta de infraestructura adecuada en las escuelas paraguayas refleja una negligencia que no puede ser tolerada. Es necesario que las autoridades correspondientes tomen medidas urgentes porque solo así se podrán evitar situaciones vergonzosas y proporcionar a los niños y adolescentes un entorno de aprendizaje digno y seguro.