Si bien algunos candidatos basan sus campañas en algunas propuestas específicas, la mayoría no toma un compromiso serio sobre un tema en particular, sino hacen promesas poco probables de cumplir, abarcando una gran cantidad de problemáticas, sin tomar un compromiso real.
Muchos de los candidatos ni siquiera saben qué funciones deben cumplir en caso de que sean electos y son los más peligrosos. Es evidente que son esos los que entran en la política con la sola intención de sacar alguna tajada de los recursos públicos.
Quedan pocas semanas para tomar una de las decisiones más importantes que nos toca como ciudadanos: elegir a quienes nos van a representar cinco años.
Debemos emplear este tiempo que nos queda para afinar la puntería para decidirnos por el menos peor, porque muchas opciones no tenemos. Más que nunca debe primar el raciocinio, en vez de los colores, el amiguismo, las promesas de cargos o cualquier otro tipo de moneda de cambio.
Toda cautela es poca para tamaña responsabilidad de dejar nuestro país durante cinco años en manos de un grupo político que tendrá la misión de brindar mejores condiciones de vida a miles de paraguayos que están viviendo en la penuria.
No podemos darnos el lujo de equivocarnos, teniendo en cuenta que hay grandes desafíos para las nuevas autoridades, quienes necesitan estar a la altura.
Hay demasiadas cosas por arreglar en nuestro país y sobre todo en el interior, donde se requieren representantes no solo con capacidad técnica sino con las agallas suficientes para pelear por los intereses de la región.
Como electores y sobre todo como ciudadanos, debemos ser exigentes con los candidatos y sus promesas. Cuando escuchamos sus propuestas, debemos exigir que respondan de qué manera piensan cumplir con lo que están prometiendo, preguntar si tendrán la capacidad y el poder de decidir sobre tal o cual asunto.
Se vienen semanas cruciales y cualquier evento político-social podría volcar la balanza hacia uno u otro candidato. Debemos estar atentos a los movimientos que hacen los diversos partidos y movimientos, estudiar sus acciones para elegir de la mejor manera posible.