Desde el 2019 hasta el año pasado, el Alto Paraguay experimentó un largo periodo de sequía, lo que ocasionó grandes incendios forestales y, por supuesto, la falta de agua en poblaciones y establecimientos ganaderos.
Desde inicio de este nuevo año, la situación cambió por completo y se están produciendo copiosas lluvias, que ya ocasionaron la inundación de varias comunidades. Destruyó caminos y cultivos agrícolas que eran el sustento de numerosas familias.
Como siempre, los municipios declararon emergencia distrital y la Gobernación emergencia departamental, para solicitar urgente asistencia de alimentos para los pobladores de la zona a través de la Secretaría de Emergencia Nacional.
Hasta allí, pareciera que todo está bien de parte de estas instituciones públicas, pero nos preguntamos, ¿cuál es el aporte económico de los municipios y de la propia Gobernación, atendiendo que poseen presupuestos millonarios? Tal vez, si se sumaran a la SEN con sus aportes, la ayuda a las familias hubiera sido más provechosa y no aprovecharse del aporte estatal en kits de víveres solo para las fotos.
En breve, el Alto Paraguay y otros 4 departamentos recibirán unos G. 7.000 millones cada uno, por el tema de la emergencia. Esperemos que estos recursos sean bien utilizados, y que la asistencia llegue a los más necesitados pero, por sobre todo, que no se politice, atendiendo que estamos en época electoral.