Retos actuales de la Responsabilidad Social

La ética organizacional no puede quedarse a un nivel superficial, sino que debe formar parte de la cultura, de la responsabilidad social, de los valores organizacionales, de los comportamientos habituales de todos los colaboradores y grupos de interés. La ética es esencia, no cosmética, y es el mejor camino para lograr un éxito empresarial sostenible en el tiempo y que aporte verdadero valor a la sociedad. De todo esto se habló en el II Foro Internacional sobre Responsabilidad Social, organizado por la prestigiosa escuela de negocios de CETYS Universidad, en Baja California, que se desarrolló el pasado 1 de marzo, en el que tuve el honor de participar.

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En este evento, que ha contado con expertos de Estados Unidos (Lindamaría Ortega), México (Victoria González), Colombia (Juliana Toro), Argentina (Consuelo Ávalos), Uruguay (Santiago Sena), Paraguay (Estela González), España (Pablo Sagastibelza) e Italia (Luca Marciani), se expusieron algunos retos actuales de la Responsabilidad Social, que resumo en los siguientes puntos:

1. Compromiso con los 17 objetivos de desarrollo sustentable de Naciones Unidas, así como también dar a conocer y difundir los acuerdos del Pacto Global;

2. Necesidad de persuadir y hacer conciencia de que la responsabilidad social es un asunto estratégico, transversal a toda la organización, y no un “área más”;

3. Desarrollar programas de gobierno corporativo que desarrolle procesos y sistemas de control con fundamento en la ética, el cumplimiento y rendición de cuentas;

4. Prevenir y sembrar un cambio de paradigma sobre la manera de entender el mundo de los negocios y del capital, poniendo el acento en el valor de la persona humana y su propósito vital, a través de la educación de las personas en las edades en las que se comienza a definir el carácter y los valores vivenciales;

5. Implementar programas adecuados de formación en ética, porque la educación genera resultados si se hace bien, a través del planteamiento y resolución de dilemas éticos reales y cercanos a la realidad de los colaboradores;

6. Implementar diagnósticos de la cultura ética organizacional y tener un plan de acción para ofrecer herramientas a los líderes y colaboradores para que actúen bien;

7. Dar un espacio adecuado a la mujer para que ella pueda ser parte del cambio de paradigma que necesita el mundo de los negocios, partiendo de un compromiso ineludible con el impacto que la huella humana deja en el planeta, así como también con la necesidad de transitar hacia una economía circular.

El Foro contó con una representación guaraní, la Dra. Estela González, Directora General de la Universidad Columbia del Paraguay, quien hizo hincapié en que la responsabilidad social es un compromiso que “nace del sentido común y que obliga a pensar fuera de la caja” para aportar iniciativas innovadoras que realmente transformen el mundo. Desde Italia, Luca Marciani relató la estrategia de la familia Grimaldi, propietaria de una de las empresas navieras más grandes del mundo, que decidió centrar en las familias de los navieros el propósito social de la organización, “porque la riqueza de los Grimaldi viene del mar, se la debemos a todos los hombres y las mujeres que trabajan en el mar”.

Por su parte, Lindamaria Ortega, desde la Universidad Internacional de la Florida, en Miami, recomendó que la responsabilidad social empresarial esté presente desde el momento mismo de la definición del modelo de negocio. La última intervención del Foro estuvo a cargo de Viridiana Flores, miembro del comité de ética y responsabilidad social del Grupo Autopasión, quien contó la experiencia de esta organización mexicana a la hora de transitar hacia una cultura ética mejor definida en los procesos organizacionales: “El camino siempre debe ser la comunicación clara de las reglas del juego, de las expectativas y límites, de las líneas rojas, con una actitud de ayuda, apoyo y motivación, y no basados en el miedo y el castigo”.

La Dra. Carmen Echeverría del Valle, directora de la Cátedra de Ética, Empresa y Sociedad de CETYS, organizadora del evento, señaló que un reto de perenne actualidad es el de despertar las conciencias hacia el bien que depende de uno realizar, ser conscientes de que todos tenemos el potencial de ser factores de unidad, amistad e integración de la diversidad, estando abiertos a aprender de experiencias y culturas diferentes. “La responsabilidad social es el ámbito de la libertad, de la inteligencia, de la creatividad, en resumen, es el espacio donde se debe liberar todo el potencial humano para responder al llamado universal a dejar un mundo mejor al que hemos recibido”, afirmó la Dra. Echeverría.

Considero que estos foros internacionales son de alto valor para lograr crear un clima favorable a la ética y la responsabilidad social. Porque hacer lo correcto, es responsabilidad de todos, y es más fácil hacer el bien si formamos parte de un sistema comprometido con la ética, los valores y la responsabilidad social.

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