Hablemos de feminicidio

Paola Estefanía, Graciela Concepción, Eva de los Ángeles, Flora Elizabeth, Angélica, María Isabel y Nilda Rosa… son nombres de mujeres víctimas de feminicidio en lo que va del 2023. Para entender de qué hablamos cuando hablamos de feminicidio debemos remitirnos a la Ley 5777/16 que incorpora esta figura en el artículo 6, inciso a como una forma de violencia y la tipifica en el artículo 50 con una pena privativa de libertad de entre 10 a 30 años.

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De acuerdo a las explicaciones del Ministerio de la Mujer, la ley es clara también al decir que no todo homicidio de una mujer es feminicidio. Se tipifica como tal al que ocurre cuando se dan algunas circunstancias específicas.

Al respecto menciona que “el que matara a una mujer por su condición de tal y cuando el autor mantenga o hubiere mantenido con la víctima una relación conyugal, de convivencia, pareja, noviazgo o afectividad en cualquier tiempo; exista un vínculo de parentesco entre la víctima y el autor, dentro del cuarto grado de consanguinidad y segundo de afinidad”.

La ley también dice que “la muerte ocurra como resultado de haberse cometido con anterioridad; un ciclo de violencia física, sexual, psicológica o patrimonial contra la víctima, independientemente de que los hechos hayan sido denunciados o no; la víctima se hubiere encontrado en una situación de subordinación o dependencia respecto del autor, o este se hubiere aprovechado de la situación de vulnerabilidad física o psíquica de la víctima para cometer el hecho”.

Se enmarca dentro del tipo penal a que “con anterioridad el autor haya cometido contra la víctima hechos punibles contra la autonomía sexual; o que el hecho haya sido motivado por la negación de la víctima a establecer o restablecer una relación de pareja permanente o casual”.

Dicho esto quedan claras tres cosas:

1) El feminicidio no es un “neologismo” de los medios de comunicación. Es un flagelo producido por la violencia machista, que al final busca siempre cargar con la responsabilidad del hecho a la mujer.

2) Que no todos los asesinatos de mujeres son feminicidios.

3) Que el feminicidio es el tipo de violencia más extrema y que es producto de un ciclo que comienza con lo que se conoce como micromachismo. Este sucede, por ejemplo, cuando no se reconoce a la mujer su capacidad laboral, intelectual, emocional u otra y se la socava públicamente.

Los feminicidios no ocurren porque “la mujer se lo buscó”. Ocurren porque alguien tiene un pensamiento retrógrado que considera a la mujer como un objeto del cual puede disponer hasta de su vida. Deleznable.

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